La mesa de negociación entre integrantes del gremio de ATE y representantes del Ejecutivo está complicada. Ayer, durante la reunión, el gremio exigió que se pague a los empleados municipales el incentivo de 60 mil pesos anunciado por el Gobierno Nacional. De acuerdo con voceros del gremio el trato recibido por parte de los funcionarios presentes, Francisco Oviedo (secretario de Gobierno) y Bruno Mini (secretario de Hacienda interino) no fue el mejor hacia los trabajadores. Y desde el Ejecutivo habrían señalado que las “arcas municipales están vacías” y que esa situación financiera impide la aplicación de aumentos e incentivos. El gremio argumenta que las tasas municipales se siguen actualizando y que, por ejemplo, desde el 4 de septiembre se vuelven a aumentar lo que pagan los introductores que llegan a la ciudad.

La municipalidad viene con mejoras en los haberes acompañando el índice de inflación, pero se reconoce que un bono o incentivo extra de 60 mil pesos requiere de aportes financieros extras para enfrentar ese monto. ATE mantiene además sus reclamos históricos de mejoras en las condiciones laborales y que en todo caso los ajustes que tenga que hacer la municipalidad lo haga con los cargos políticos, sin afectar a los empleados. La próxima reunión se programó para el 5 de septiembre. La negociación está abierta aunque las reuniones se caldean. De acuerdo con la propuesta que se reciba del Ejecutivo, el gremio la pondrá a consideración de la asamblea y no se descartan medidas de fuerzas si no conforma a los trabajadores.