En la ciudad de Xian, China, se está llevando a cabo el noveno Festival Internacional, y uno de los protagonistas de este espectáculo es un joven merlino, Manuel Altamirano, que hoy celebra su 26 cumpleaños como no podría ser de otra manera: danzando.

El talentoso joven pertenece a una familia que siempre mantuvo un profundo amor por la música y el arte. Su abuelo, Toty Amaya, dejó un legado cultural que continuó su familia. Su madre, es Miriam "Mimi" Amaya, su tía, Sonia Amaya.

Desde temprana edad, Manuel mostró un profundo amor por la danza. Comenzó a explorar el mundo del baile a los 5 años y recorrió numerosos lugares dentro y fuera de Argentina en diversos proyectos. Su pasión por el baile lo llevó a trabajar incansablemente en su oficio.

Hace algunos meses, mientras se perfeccionaba en Buenos Aires, Manuel hizo una audición que cambiaría su vida. Fue seleccionado en un riguroso proceso y se unió a un grupo de 6 bailarines con un contrato para deslumbrar a audiencias chinas durante un año. En julio viajó a Xian.

El escenario de su debut fue el noveno Festival Internacional de la ciudad. La obra en la que participa se llama "El Camino de la Seda". Su actuación abarca una variedad de bailes, incluyendo zapateo y boleadoras, así como varias coreografías de ballet.

Sonia Amaya, la tía de Manuel, contó a Infomerlo que están recibiendo asistencia de un traductor para superar las barreras del idioma en China, lo que le permitió adaptarse más fácilmente a su nueva vida. La obra se extenderá durante varios meses antes de que Manuel continúe su viaje por el mundo.

El amor de Manuel por el baile se cultivó en la Villa de Merlo, donde actuó en varios ballets, como el "Antonio Esteban Agüero" y "La Salamanca", así como en otros proyectos. Comenzó su viaje en el mundo de la danza a los 5 años bajo la tutela de Betti Rovairo. A lo largo de su extensa carrera recorrió varios países.

En China, Manuel se encuentra experimentando una nueva cultura, con sorpresas como la comida local, la tecnología avanzada y la diversidad de compartir su experiencia con bailarines y bailarinas de todo el mundo. Su contrato en China se extiende hasta julio del próximo año, y luego, continuará su viaje, llevando su danza y el espíritu de Merlo a muchas más audiencias internacionales.