Uvas Sánchez Amezcua
Un paraíso frutal, arraigado en la tradición española, en el Valle de Traslasierra
Juan Sánchez, productor que lleva adelante “Uvas Sánchez Amezcua”, relata a Infonegocios el inicio de este legado: "Mi padre llegó a Mendoza a los catorce años, en 1913. Fue en 1945 o 1946 cuando comenzó a trabajar por su cuenta, comprando y vendiendo frutas. Con la ayuda de mis hermanos, construyeron un secadero de frutas, marcando así el comienzo de nuestra historia. Empezamos con frutas disecadas y luego pasamos a las frescas. En 1979, decidí continuar esta tradición aquí, en Villa Dolores".
Analía Sánchez, también productora detrás de este emprendimiento, comparte la visión de la uva como un símbolo internacional de calidad: "La uva es una fruta muy apreciada en todo el mundo. Su demanda nos llevó a explorar mercados internacionales, y lo logramos".
"Comenzamos con la uva superior, una variedad blanca, pero su aceptación en los mercados fue limitada. Fue entonces cuando nos adentramos en el cultivo de la Red Globe, expandiendo nuestros viñedos con cada año que pasaba", añade Juan Sánchez.
El secreto de una uva de calidad
Analía revela el cuidado meticuloso detrás de cada racimo en Uvas Sánchez Amezcua: "La clave está en permitir que la uva madure naturalmente en la planta, respetando su tiempo. No cosechamos todo de una vez, sino que lo hacemos gradualmente, asegurando una mano de obra humana sobre cada racimo, desde su florecimiento hasta su cosecha".
La historia de la familia Sánchez Amezcua es un testimonio de tradición, calidad y adaptación. Su legado en la producción de uvas no solo es una historia de éxito empresarial, sino también un ejemplo de cómo la pasión por la tierra y el compromiso con la excelencia pueden trascender generaciones. En un mundo donde la producción a gran escala a menudo domina, empresas como Uvas Sánchez Amezcua nos recuerdan el valor de la artesanía y el cuidado en cada paso del proceso agrícola.
(Fuente: Infonegocios)