La segunda etapa de la II Vuelta del Porvenir quedó en manos de Nicolás Tivani, de la Agrupación Virgen de Fátima, que hizo un tiempo de 4 h 27′ 57″ para recorrer los 185,6 kilómetros, a un promedio de 41, 56 kilómetros.

La carrera fue de alto vuelo emotivo. Hubo matices cambiantes y muchos ataques. Desde el vamos se rompió el pelotón. Primero se fugaron seis ciclistas y después se agregaron cinco más que llegaron a sacar más de 2 minutos de diferencia. El pelotón mostraba pasividad, hasta que dos pedalistas se despegaron y se unieron a los escapados. Entre los fugados estaba Juan Martín Boldu del Continental San Luis. Fue heroico lo que hicieron los de punta. La fuga duró 150 kilómetros y llegó a ser de casi 5 minutos.

El pelotón no se decidía a atacar. Siguieron agrupados y los escapados aprovechaban para mantener la diferencia.

Los repechos, el calor y el viento de costado le pasaron factura a los de punta que, de a poco, se fueron quedando. La fuga cada vez era de menos corredores y la brecha con el pelotón se acortaba con el paso de la prueba. Y a 15 kilómetros de la meta fueron en pelotón agrupado, que después se desgranó en tres partes. Entraron al último kilómetro con los sprinter acomodando la bici para embalar, pero Nicolás Tivani, con más piernas y resto, pedaleó más rápido que todos y ganó con margen.

Fue una prueba dura. Un circuito con falsos llanos que hizo la competencia más emotiva. La adrenalina estuvo a la orden del día y el público vibró con una carrera que tuvo de todo: emoción, desgaste, vértigo y terminó con un sprinter sensacional.

Fue triunfo de Nicolás Tivani, pero en la general sigue mandando Mauricio Quiroga. Mañana es el turno de la prueba contrarreloj en Estancia Grande.