2025-05-13

Luces de alerta

Preocupante desinterés en Merlo: sólo el 50% del padrón fue a votar en las elecciones legislativas

La Villa de Merlo vivió este domingo una jornada electoral marcada por la apatía: apenas la mitad del electorado concurrió a las urnas. La baja participación refleja un creciente desencanto con la política y pone en cuestión la representatividad del sistema democrático, incluso en el nivel local.

La Villa de Merlo fue escenario este domingo de unas elecciones legislativas marcadas por la apatía ciudadana. Apenas el 50% del padrón habilitado acudió a las urnas, en una de las participaciones más bajas desde el retorno de la democracia. La jornada dejó un dato alarmante: la mitad de los merlinos optó por no participar del proceso electoral, lo que plantea serios interrogantes sobre la legitimidad de la representación política a nivel local.

Este fenómeno de desafección no es aislado, sino que se inscribe en una tendencia nacional más amplia. El desinterés por las elecciones, que también se registró en otras localidades de San Luis, pone en evidencia una creciente brecha entre la ciudadanía y la dirigencia política. Si bien la implementación de la Boleta Única de Papel fue celebrada como un avance institucional, no logró revertir el desencanto de los votantes.

La falta de competencia interna en los partidos —sin elecciones primarias ni financiamiento para internas— redujo la visibilidad y atractivo de las propuestas políticas locales. A eso se suma una campaña opaca, con escasa presencia territorial y un clima social marcado por la frustración económica y la incertidumbre.

La figura de Javier Milei, que en 2023 canalizó el malestar con la política tradicional, parece ya no tener el mismo impacto movilizador. Como señala Jorge Liotti en La Nación, el estilo outsider del presidente comienza a mostrar signos de desgaste: el fracaso del proyecto de “ficha limpia” en el Senado y las tensiones dentro de su espacio político son síntomas de una desconexión creciente entre discurso y resultados concretos.

En Merlo, donde Milei había cosechado un respaldo importante, sus votantes parecen ahora replegarse en el desencanto. El silencio de las urnas refleja algo más que una coyuntura local: es el síntoma de un malestar democrático que atraviesa al país.

La legitimidad de los futuros gobiernos podría verse comprometida si no se logra revertir esta tendencia. Además, la falta de una oposición cohesionada y la crisis interna del peronismo dificultan la articulación de una alternativa política sólida. 

La baja participación debería encender luces de alerta. No se trata solo de un dato estadístico, sino de una señal política clara. Si la mitad de los vecinos no encuentra sentido en votar, la política local tiene la responsabilidad urgente de escuchar, interpretar y reconstruir ese vínculo roto con la comunidad.

 

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