Banca ciudadana
Docentes del Mirlo defendieron la transparencia del concurso docente ante los concejales
“No se plantearon dudas sobre el concurso y el veedor estuvo al tanto de todo lo actuado”, fueron algunas de las definiciones de las docentes del Mirlo, Eugenia Gómez y Mariana García, al exponer en la banca ciudadana ante los concejales de Villa de Merlo. El veedor de las actuaciones fue el actual secretario de Desarrollo Humano de la municipalidad, Federico Robles, que nuevamente quedó en el medio de la polémica.
La cuestión central para tratar en el Concejo Deliberante era el concurso docente por el cual la escuela debía designar a una nueva trabajadora social por jubilación, de quien hasta ese momento ocupaba el cargo. Al día de hoy el puesto sigue sin ser ocupado. Las dos docentes, en representación de la comunidad del Mirlo expusieron en detalle todo lo actuado. Desde el inicio del llamado a concurso hasta cada paso administrativo que se cumplió.
Tres fueron las postulantes que decidieron concursar y cumplir con las cuatro instancias ya fijadas para ser evaluadas, según el reglamento del Mirlo, y tal cual se viene repitiendo en otros concursos anteriores. La Junta Evaluadora fue la que determinó el orden de mérito de las postulantes. “Nunca se plantearon dudas sobre el proceso por parte del veedor”, repitieron las docentes ante los ediles. Y dijeron, además, que el funcionario tuvo tiempo para hacerlo. “No entendemos la sobrevaloración que se cuestiona”, agregaron.
Durante la exposición, las representantes del Mirlo dejaron en claro que el veedor no concurrió a todas las instancias que atravesaron las postulantes y solo estuvo presente en una, cuando pudo haber estado en todas. Las intervenciones de las docentes estuvieron avaladas por documentación que pusieron a disposición de los concejales y hasta los correos electrónicos que fueron intercambiados para que se verifique la transparencia de lo actuado.
El resultado del concurso se conoció como siempre se hace a las ocho de la mañana, tras el trabajo de la Junta Evaluadora; resultado que se pega en la puerta de la escuela. Minutos después, la segunda en el orden de mérito ya había adelantado su decisión de impugnar en base a información que supuestamente aún no se conocía.
Los ediles oficialistas, en especial las concejales Patricia Morandé y María José Alvarez, intentaron cuestionar lo actuado, aunque no parecieron tener argumentos valederos para acorralar a las dos expositoras. La directora del Mirlo dejó en claro que no compartía la comunidad educativa del Mirlo la decisión del intendente de descartar a la primera clasificada en el concurso para generar un nuevo orden de mérito y designar en el cargo a la segunda. “Si como se menciona en la resolución existieron irregularidades, ¿Por qué no se anula el concurso?”, se preguntó Gómez.
La concejala del peronismo, Virginia Morales, llamó “impugnación precoz” a la actuación de la segunda clasificada en perjuicio de la ganadora, mientras que el edil del socialismo, Daniel Orué, dijo que lo más atinado sería la “nulidad” del concurso. El concejal, Gastón Fonseca, fue quien más respaldo tuvo a sus palabras por parte de los presentes. Acertó al defender la institucionalidad histórica en la cual se sustenta el Mirlo, la idoneidad y capacidad de su personal y cuestionó la actuación del veedor que avaló el concurso y después se desdijo. El concejal dijo, además, que ese funcionario es el que debería estar dando explicaciones en el recinto. Quien percibió que no venía bien la situación para el oficialismo fue el presidente del cuerpo, el edil Leonardo Rodríguez, que habilitó unas últimas palabras antes de cerrar el debate, mientras otra docente le explicaba, a viva voz, que aún faltaba discutir el reglamento del Mirlo.