Desesperada búsqueda de un joven de 18 años en Traslasierra

Un joven de 18 años, desaparecido la noche del martes, es buscado intensamente por la Policía de Córdoba en el valle de Traslasierra.

Se trata del hijo de un comerciante que habría recibido una comunicación extorsiva, desde el mismo celular del muchacho, en la que le pedían dinero por el “rescate” de este. El hombre dijo haber recibido al menos un mensaje de WhatsApp.

Si bien la investigación no descarta ninguna hipótesis, la versión de un secuestro es una de las predominantes.

El fiscal federal Enrique Senestrari está a cargo de la causa y coordina la tarea policial. El joven desaparecido es Santiago Aguilera Allende.

“Estamos desesperados; no sabemos qué pensar. Santi vive con un riñón transplantado y hay una medicación que no puede faltarle demasiadas horas”, dijo a La Voz Carlos Aguilera, el padre del chico, propietario de un negocio de materiales de construcción en Villa Dolores.

Por las redes sociales en Traslasierra circula la foto de Santiago Aguilera y un pedido de ayuda para ubicarlo. En tanto, más de 50 efectivos policiales con perros, junto a bomberos voluntarios y personal del Eter y del Etac, rastrillan campos en el paraje de Chuchiras, entre Las Tapias y San Javier.

En esa zona semi rural, a la vera de la ruta 14, vive la familia. La zona se destaca por su habitual tranquilidad.

“NO LLEVÓ NADA”

El padre no cree que su hijo haya desaparecido de manera voluntaria. “No se llevó dinero, ni la medicación diaria, ni el cargador del celular, que jamás dejaría”, indicó Aguilera, de 54 años.

Negó, además, que haya estado en conflicto con él u otros familiares.

Santiago trabaja en el corralón con sus padres, va a un gimnasio en Villa Dolores y cursa el último año de la secundaria en Villa de Las Rosas.

Su padre narró que el martes, cerca de las 23, avisó que se iba a visitar a un amigo que vive a unos 500 metros. “Tomamos una gaseosa y vuelvo; ya sé que mañana tengo clases”, le dijo.

No era raro que se reuniera a esa hora con un amigo.

A las 7 de la mañana del miércoles, los progenitores descubrieron que el muchacho no había dormido en su casa y que nunca había llegado al domicilio de su amigo.

(Fuente: La Voz)