Después del 11-M

Una elección que dejó preocupaciones por todos lados

El oficialismo se impuso en Merlo con holgura, aunque con baja legitimización por la ausencia de votantes, récord histórico desde 1983. La oposición dividida por la falta de grandeza y los egos, también históricos, de dirigentes que se creen imprescindibles. Los libertarios dejaron pasar la oportunidad de dar el batacazo.
martes 13 de mayo de 2025
En Merlo, en el 2023 votó el 68% del padrón; en el 2025 solo el 50%.
En Merlo, en el 2023 votó el 68% del padrón; en el 2025 solo el 50%.

La apatía previa a las elecciones se reflejó con fuerza en Villa de Merlo. La mitad de los electores prefirió no ir a votar para elegir concejales y diputados provinciales. Los datos oficiales ubican la participación en un 50%, la más baja desde 1983. Es decir, de 21.402 personas, solo votaron 10.995. Y de este último total, los votos válidos fueron 8.757, según el escrutinio provisorio de la Justicia Electoral Provincial, que varía en muy poco con el recuento que hizo el Correo Argentino.

AHORA SAN LUIS

Con estas cifras, Ahora San Luis, el frente electoral que diseñó el poggismo sumó en Merlo el 42,43% de los sufragios. Lo que se traduce en 3.716 votos. Esa es la cifra que le permitió renovar las tres bancas que ponía en juego en el Concejo Deliberante, que le dará de nuevo mayoría propia. El porcentaje alcanzado no fue sorpresa. La UCR local, sola o en alianzas, cuenta con un piso histórico de votos que siempre superó el 30%. Además de tener una travesía de triunfos que le permitieron gobernar Merlo por una importante cantidad de años, solo interrumpidos por los triunfos del peronismo entre el 2011 y el 2019. Antes y después, siempre fue boina blanca, con matices y tonalidades, según el escenario nacional.

Y al oficialismo en esta elección 2025 le alcanzó con poco. Orden hacia adentro, semanas intensas de obras en las calles de Merlo y la figura del gobernador, Claudio Poggi, como paragua político y tractor electoral. Por eso, los candidatos a concejales hablaron poco y nada. Todo fue Poggi y más Poggi. Sin embargo, se esperaba un poco más para concretar el ansiado “urnazo”. Es que, en actualidad, la UCR y aliados, no solo maneja la intendencia. Además, tiene mayoría en el Concejo Deliberante. Además, el presidente del radicalismo es el ministro de Turismo y Cultura, e intendente electo en uso de licencia; además, cuenta con un senador provincial y exintendente muy respetado y una diputada provincial con experiencia. Y, además, Poggi.

A ese escenario del oficialismo se enfrentaba la oposición local. El Frente Justicialista padeció la conformación de la lista local y departamental. La elección para concejales solo pudo reflejarse en una banca. Los integrantes sufrieron el fuego amigo, a los amanuenses y hasta un inédito ataque al género de la primera candidata con expresiones que no solo rayaron el mal gusto, sino que reproducen estereotipos sexistas y descalificadores hacia las mujeres en política.

Por supuesto, que eso no exime responsabilidades grupales y decisiones que llegaron desde más arriba. El peronismo de San Luis, alguna vez emblema de estabilidad y eficiencia dentro del concierto nacional, hoy parece lastrado por una retórica que ya no interpela al electorado, que exige respuestas más allá de las consignas históricas. Está ajado. Deslucido. Y lleno de dirigentes que, por un lado, luchan más por un puesto laboral que por una convicción; y por otro, están los adormecidos en la nostalgia. El PJ sumó algo más del 18% de los votos que se traducen en 1.608 sufragios.

LOS LIBERTARIOS

Gran parte de lo que sucedió en la elección y lo que pudo pasar está en el espacio de los libertarios. Ellos pudieron cambiar el rumbo de la elección del 11 de mayo, pero la dejaron pasar. Como en toda la provincia se presentaron divididos al comicio. Por un lado, el partido Tercera Posición y por otro Viva la Libertad Carajo. Los días previos a la oficialización de las listas fueron un caos. No se pusieron de acuerdo. Se pelearon. El propio gobierno nacional intervino para no quedar pegado a los desaguisados provinciales. Sin embargo, en medio de ese pantano político, las dos listas compitieron en Merlo. Una (Tercera Posición) con candidatos a diputados provinciales y concejales; la otra solo con candidatos a legisladores provinciales.

La pelea dividió los votos, pero no impidió que Tercera Posición sume el 14% de los sufragios, algo más de 1.400 sufragios y obtenga una banca en el Concejo Deliberante. Y de ahí surge la explicación de la gran cantidad de votos en blanco para concejales: muchos votantes marcaron lista completa a Viva la Libertad Carajo que no llevaba concejales. Y esa categoría quedó con más votos en blanco. Si se los compara con la categoría a diputados provinciales por Junín, es la mitad. No analizar esa situación que es aritmética es un error conceptual. Además, quedó una sensación flotando: si los libertarios iban unidos en Merlo, con prolijidad, y la asistencia a las urnas era mayor, el resultado hubiera sido distinto. Es que ambas fuerzas, sumaron 20%, pero podría haber sido más. Mucho más.

LOS DEMAS

Primero San Luis, del cual formó parte el socialismo merlino, se quedó de nuevo, y una vez más, a las puertas de ingresar al Concejo Deliberante. En los días previos al cierre de listas habían virado para otro lado, pero la corriente los llevó hacia otro. Quedaron a pocos votos de sumarse al legislativo local en busca de representar algo que ya no son. Las mutaciones partidarias de sus líderes han hecho mella en el electorado histórico que los supo acompañar y eso lacera el descreimiento. Pudieron ser, pero no. Necesitarán reinvención y dejar los egos, que suelen ser aniquilantes. El MOVIPRO tuvo una elección local que pudo ser superior y el Frente Justicia Social padeció la falta de campaña, al igual que en toda la provincia.

El urnazo fue la ausencia electoral. Los ganadores festejaron poco y la oposición tiene mucho para mirar hacia adentro.

 

 

 

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