“La idea de este proyecto es de incorporar al patrimonio municipal tierras cedidas por ejemplo en los loteos. Las tierras cedidas por espacio verde y equipamiento urbano para el municipio. La idea es poder registrar y empadronar todas estas tierras. También definir el uso que van a tener y cuál va a ser el objetivo final”, explicó la concejala Patricia Morandé a Infomerlo.

“Está muy presente en toda la ordenanza la idea de la obtención de suelo urbano para generar la política de estado de construcción de viviendas sociales municipales. El primer paso para pensar en un tipo de política de viviendas municipales es la obtención de la tierra. La idea es tener un inventario de todas las tierras, lograr un registro y la titularidad del municipio de las tierras con las escrituras correspondientes o normalización de los títulos de propiedad”, agregó.

Además señaló que la ordenanza sería un instrumento jurídico que basado en el Código Civil y en la Ley nacional de Prescripción adquisitiva, que refiere a todas las tierras que están sin dueño y que no tienen una situación dominial clara para que, “el Estado municipal pueda recuperar esas tierras e incorporarlas a su patrimonio”.

“Como sucedió con la Reserva El Viejo Molino de Piedra Blanca, estaría la posibilidad de llegar a vender alguna tierra del municipio para poder pagar el juicio de expropiación y obtener la Reserva. Como también se hizo en un momento de negociación una permuta de tierras para conseguir el Azud, para que tenga el uso de reserva que los vecinos quieren y el municipio coincide. También tenemos ahora la Reserva florofaunísitca de Rincón, que es un lugar donde hay que normalizar la situación con esa expropiación y hay dueños originales que tienen que tener su compensación. Esta ordenanza es muy completa y da muchas posibilidades. Principalmente la de viviendas sociales que genera una política de estado para el municipio que nunca existió”, cerró.