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Expedición

Tres aventureros inician un viaje con final abierto

Partirán hoy desde Villa de Merlo, Los Molles y Cortaderas. Harán el trayecto en bicicleta y balsa. Se trata de Pedro Strelin, Matías Aguilera y Jonathan Rosales. Cruzarán las sierras en bicicleta y luego en balsa el Rio Cuarto.
jueves 18 de agosto de 2016
Aventura
Tres aventureros parten en una expedición con final abierto.
Tres aventureros parten en una expedición con final abierto.

“Fieles a nuestra costumbre de convertir a los sucesos en algo cada vez más difícil e inútil, estamos aquí queriendo compartir con ustedes este nuevo viaje. Pretendiendo demostrar que los ámbitos de exploración y descubrimiento no hace falta buscarlos a miles de kilómetros de nuestras casas, sino que pueden ser hallados muy cerca, muchas veces en territorios donde a nadie se le ocurriría ir a pasear y donde los viajeros ´de a pie´ son desconocidos y considerados verdaderos intrusos y forasteros. Allí donde ningún recurso natural ha sido puesto en valor para disfrute de los turistas y donde sin embargo todo posee un valor intrínseco divino y real. Allí donde las muestras de hospitalidad no buscan retribución y son plenamente desinteresadas”, dice Strelin horas antes de partir.

Tres integrantes representantes del Club Andino San Luis, Jonathan Rosales, Pedro Strelin y Matías Aguilera son los integrantes de esta nueva aventura.  Partiendo cada uno desde sus respectivas casas (en Villa de Merlo, Los Molles y Cortaderas), el viaje comienza en bicicleta con un cruce extremo de las Sierras de Comechingones, por la ya desdibujada ruta del “Transcomechingones”,  el nombre que recibió esa mítica competencia de 4x4 que unió en varias ocasiones la localidad de Villa Larca con Alpa Corral, y cuya última edición fue realizada en 1991.

“Clave para este cruce es llevar el menor equipamiento, ir lo más liviano posible ya que prácticamente el 60 porciento del trayecto es tan accidentado que nos veremos imposibilitados de rodar en las bicicletas, y por el contrario deberemos cargarlas. Tras dos días y si Dios así lo quisiera una vez arribados a Alpa Corral la idea es seguir girando sobre nuestras bicicletas por caminos rurales, rumbo al sudeste, hasta La Carlota, lugar donde el Rio Cuarto comienza a ser navegable. Y afirmamos esto por que años atrás, durante otra travesía tratamos de bajar navegando desde allí donde se forma, uniendo el rio Piedras Blancas y Barranquillas, mucho antes de la ciudad de Rio Cuarto y fue imposible por la poca profundidad con que cuentan su cauce”, agrega Pedro.

SUEÑO

“Una vez en contacto con el Rio Cuarto que a partir de allí pasa a denominarse ´Saladillo´, nuestro sueño pretende adquirir dimensiones descomunales ya que el viaje debería seguir sobre una balsa construida 100 porciento utilizando elementos encontrados en el lugar, y es aquí donde un signo de interrogación gigante se abre sobre la posibilidad de continuar el viaje. ¿Lograremos construir con troncos secos atados con lianas (y lo que se nos cruce por delante), una balsa con la flotabilidad suficiente para transportar a 3 personas con sus  respectivas bicicletas y equipaje? Durante uno de nuestros últimos periplos habíamos construido una balsa utilizando 3 cámaras de camión pero esto es muy diferente. Parece imposible a primera vista. No hay certezas, no hay seguridades, no hay destinos inequívocos, solo un libro abierto esperando ser escrito. Salimos el jueves 18 de agosto”.

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