Ciencia
Secuelas del COVID en el cerebro: detectan atrofia leve y cambios estructurales después de la infección
A cinco años del inicio de la pandemia, un estudio argentino detectó que el COVID-19 puede dejar secuelas neurológicas leves pero persistentes. Investigadores del CONICET y la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) hallaron, mediante resonancia magnética, signos de atrofia cerebral y cambios estructurales en personas que atravesaron la infección y aún presentan síntomas.
“Estudiamos pacientes con síntomas persistentes tras el COVID-19 a través de neuroimágenes y evaluaciones cognitivas”, explicó a Infobae Martín Belzunce, coordinador del proyecto. Las alteraciones fueron más marcadas en personas no vacunadas al momento de infectarse.
Aunque los tests cognitivos no revelaron grandes diferencias, las imágenes mostraron atrofia en zonas como el cerebelo, el giro lingual y el precúneo. Según el trabajo, estas alteraciones podrían reflejar efectos sistémicos más amplios que el deterioro cognitivo aislado.
Entre los síntomas más frecuentes que persisten en quienes desarrollan COVID prolongado se destacan la fatiga extrema, la niebla mental, la pérdida de memoria, los dolores musculares y los problemas de atención y concentración. Según los investigadores, estos efectos afectan entre el 18% y el 36% de los pacientes con síntomas persistentes.
“Dos años después de la infección, continúan con síntomas y signos leves de atrofia cerebral”, señalaron los autores en la publicación científica.
En una segunda etapa, el equipo busca biomarcadores del COVID prolongado a través de muestras de saliva, para lograr diagnósticos más precisos. “Queremos integrar pruebas cognitivas, salud mental e imágenes del cerebro en una herramienta diagnóstica no invasiva”, explicó a Infobae la investigadora Marcela Brocco.
A nivel global, estudios recientes también muestran una posible asociación entre el COVID prolongado y un mayor riesgo de deterioro cognitivo. Aunque aún no se comprende completamente su origen, se estima que podría involucrar disfunciones inmunológicas o neuroinflamación. Frente a este panorama, los especialistas advierten sobre la urgencia de contar con herramientas diagnósticas y terapias específicas para mitigar sus efectos a largo plazo. (Fuente: Infobae//Redacción)