La UCR define su posición ante el gobierno provincial

Un fin de semana sin descanso político. Así transcurrieron los últimos días para los dirigentes del radicalismo de San Luis. En especial, para aquellos que tienen responsabilidades partidarias. Es que tienen por delante una doble decisión, que se debatirá este lunes cuando se reúnan los integrantes salientes y actuales del Comité Ejecutivo Provincial. 

Por un lado, deben resolver la crisis que se abrió en el ministerio de Turismo y Cultura tras la renuncia anticipada de Juan Manuel Rigau al frente de esa cartera; dimisión que ya venía precedida por una baja importante en ese ministerio, cuando el propio gobernador, Claudio Poggi, le pidió la renuncia a uno de los funcionarios de esa área, Gonzalo Mastronardi, después del desliz verbal que terminó por ofender a dos himnos culturales de San Luis como son “Caminito del Norte” y “Calle Angosta”.

A las dimisiones de Mastronardi y de Rigau le sobrevino un pedido masivo de renuncias a todos los funcionarios de esa área -se estima que son unos cuarenta, y todos del radicalismo- por parte de Poggi. Lo hizo tras conocer que dos diputados del radicalismo, partido que forma la coalición del gobierno, se abstuvieron de votar el proyecto de Boleto Única de Papel; iniciativa que fue acompañada hasta por legisladores del peronismo. Esos dos votos díscolos evitaron que el proyecto saliera por unanimidad, aspiración que tenía el oficialismo provincial.

CRISIS

A partir de esos dos incidentes políticos, se inició la crisis con la UCR. El poggismo reclama un compromiso mayor con las políticas del gobierno provincial y alineamiento con el gobernador. En la reunión de este lunes, que se hace en la sede del Comité Radical, los sectores internos deberán consensuar el nombre del potencial ministro o ministra de Turismo y Cultura para proponer al gobernador; nombre que debería tener volumen político para tomar las riendas de ese ministerio, hoy casi en estado de intervención por la secretaria de la Gobernación, Romina Carbonell, funcionaria de extrema confianza de Poggi.

Por eso, el esfuerzo de la UCR en tratar de encontrar consensos en torno a un dirigente que cumpla los requisitos políticos exigidos desde Terrazas. Tarea no sencilla dadas las propias tensiones internas que tiene el radicalismo puntano, que obligó a intercambios de llamadas y mensajes el fin de semana para poder alcanzar acuerdos. Pero ese no es el único tema que deben resolver.  También se deberá tratar si los dos únicos diputados provinciales que tiene ese partido, y que responden internamente al dirigente Walter Ceballos, se integran al bloque oficialista denominado Cambia San Luis o siguen con bancada propia. La UCR está bajo la presión del propio gobernador que busca alinear a sus aliados. De lo que resuelva este lunes el radicalismo depende su futuro en el gobierno provincial.