“Conocemos Villa de Merlo desde siempre. Siempre pasamos nuestras vacaciones en el campo aquí y luego viví en varios lugares del mundo como EE. UU., Suiza y Ushuaia. Hace 12 años, decidimos establecernos aquí para criar a nuestros hijos entre Merlo y Cortaderas”, contó Juan Pablo, reflejando sus raíces en la región.

Su inspiración para esta épica travesía surgió de un simple vistazo al cielo: “Caminando un día, miré el cielo y soñé con recorrer la línea nómade de la humanidad por el Planeta Tierra, como el Principito en su mundo”.

El sueño de llegar a Alaska comenzó hace muchos años, cuando trabajaba como instructor de parapente en la cuesta de Carpintería junto a su padre. Después de capacitarse en distintas partes del mundo, Juan Pablo emprendió su viaje en moto con un parapente liviano, recorriendo Sudamérica y Centroamérica, hasta llegar finalmente a Alaska.

“La aventura comenzó el año pasado cuando compré la moto y entré a Alaska el 30 de marzo de 2024”, relató Juan Pablo. En total, recorrió alrededor de 55 mil kilómetros en moto, enfrentando condiciones extremas y desafíos imprevistos, como nevadas, osos, lobos y hielo en la ruta.

“Salí de Merlo a visitar amigos en La Pampa, Mendoza y Córdoba. Luego visité a un amigo en Praia do Rosa, Brasil. De ahí bajé toda la Costa Atlántica hasta Ushuaia. Subí hasta La Quiaca en 11 días y luego desde Purmamarca a casa 1200 kilómetros los hice en un día. Ahí me di cuenta de que podía hacer Sud América. Descansé y me entrené aquí. Luego salí a Buenos Aires a hacerle un service a la moto, de ahí viajé directo al caribe en Cartagena de Indias (Colombia) en dos semanas. Esa zona es clave, porque no hay ruta por tierra. Volví a Villa de Merlo a descansar y acompañar a la familia. Luego el 14 de febrero volví al viaje, volé en avión junto con la moto hasta ciudad de Panamá, de ahí rodé todo Centro América, México, USA y llegué a Vancouver-Canadá en dos semanas, luego de ahí en 3 días sin parar haciendo un promedio de 1000 kilómetros por día llegué a la frontera con Alaska, entré luego de ser sorprendido por una fuerte nevada a Valdez… puerto de Alaska al océano Pacífico”, relató.

Para Juan Pablo, esta experiencia es un sueño hecho realidad, y ahora busca compartirlo con personas que lo quieran apoyar su aventura por el mundo en moto y parapente. “Invito a los interesados a contactarme y seguir el viaje juntos”, animó. Su próxima etapa incluye Asia, Europa y África, con la moto esperando en Vancouver para volar hacia China.

“La aventura continúa en cuanto mi familia me habilite y consiga patrocinadores para financiar el viaje”, reveló Juan Pablo, destacando su determinación para continuar explorando el mundo y viviendo nuevas experiencias.

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