El Juez de Garantía, Jorge Pinto, dio por formulados los cargos contra Marco Lino Rafaelli por el delito de “encubrimiento por receptación de cosas”, en perjuicio de un hombre de la Villa de Merlo. El magistrado también hizo lugar al pedido de la Fiscalía de que se le conceda un plazo de 90 días para culminar con la investigación penal preparatoria, fecha que se cumplirá el 26 de marzo de 2024.

La audiencia se celebró este martes a la mañana en los tribunales de Concarán. La Fiscal de Instrucción N° 1, Débora Roy Gitto, no solicitó medidas de coerción, en virtud que el acusado, cumple una condena en el Servicio Penitenciario Provincial. Por su parte, Ramiro Rubio, abogado de Rafaelli, se opuso a la acusación y solicitó que se participe a la Defensa en la realización de una nueva pericia en el teléfono secuestrado, ya que no pudo participar de la realizada ni practicar el debido control.

Rubio dijo, además, que falta practicar en el expediente, la prueba prevista en el artículo 160, que es, el reconocimiento de cosas por parte de la víctima. “Le están imputando a mi defendido la posesión de un teléfono que no ha sido reconocido por nadie. Asimismo, falta incorporar al expediente, la testimonial de los testigos del allanamiento”, expresó el abogado.

Ante esta petición, Pinto ordenó con relación a la prueba de reconocimiento del teléfono y a las testimoniales a realizarse, que se debe notificarse a la Defensa, como así también, si hay copia espejo del material del teléfono secuestrado en junio de este año. El juez también resolvió que se tramite una nueva pericia con la División de Delitos Complejos, notificando a la defensa, quien podrá asistir con sus respectivos peritos.

EL HECHO INVESTIGADO

El hecho que se investiga ocurrió el 5 de junio de 2023, en Cerro de Oro, Merlo, a las 15. Ese día, el dueño de casa se retiró de su vivienda junto a su pareja y dos hijos.  Cinco horas después regresaron y el hombre notó que uno de los dos cofres de material madera y chapa que tenía abajo del banco de una ventana faltaba de su lugar.

Luego su esposa vio que el placar estaba todo desordenado y que una de las ventanas de la vivienda, más precisamente la que está ubicada en el escritorio laboral, había sido forzada con una barreta y dañada. De acuerdo con la denuncia, en la oficina, junto a la ventana dañada, había un sillón y tenía marcas de pisadas, además sobre el piso había restos de pasto y de la flor “amor seco”.

En el recuento de pertenencias, la pareja señaló que faltaban una computadora, una mochila, ropa, joyas, cadenas de oro, dijes y medallas de oro, zapatillas, una cartera de cuero y un teléfono celular en desuso, cuya cuenta de correo electrónico estaba vinculada al dueño de la casa.

Con posterioridad y en el marco de la causa en la cual Rafaelli está imputado por el brutal robo a Los Molles, se hizo un allanamiento en su vivienda y entre todos los teléfonos celulares secuestrados se halló uno marca Honor color violeta, en mal estado de conservación, y que luego de ser peritado se pudo obtener indicios de que el dispositivo pertenecía al hombre que había denunciado el robo el 5 de junio en Cerro de Oro.