En una respuesta rápida a un llamado de emergencia, las unidades N° 5 y N°2 se hicieron presentes en el rescate del animal.

El perro había caído en un pozo estrecho. La primera acción de bomberos consistió en ampliar la apertura del pozo utilizando técnicas de rompimiento. Estas maniobras permitieron la creación de un espacio suficiente para que el rescatista pudiera ingresar, manteniendo su seguridad mediante un sistema de cuerdas.

Una vez dentro del pozo, el canino fue asegurado con un arnés, lo que garantizó su seguridad durante todo el proceso de rescate. Luego, con un minucioso trabajo en equipo, el rescatista y el perro fueron cuidadosamente retirados del pozo. Esto se logró gracias al uso de un sistema de cuerdas y ventaja mecánica, lo que permitió una extracción segura y exitosa.