Cerca del mediodía de este viernes, durante la segunda jornada del evento literario y cultural, se llevó adelante la charla “Ocho maneras de atrapar al lector” de Gustavo Menéndez en la que participaron varios jóvenes y estudiantes acompañados por sus docentes. 

Con la intención de generar el clima propicio y la atmósfera perfecta, como buen escritor sabe, Menéndez inició la charla con la lectura de la introducción del invaluable libro “El Diario de Ana Frank” y de la conocida novela “Cien años de Soledad” de Gabriel García Márquez. 

Y el escritor decidió comenzar así por un motivo lógico. Para dejarle claro a los asistentes “que toda persona que quiera empezar a escribir, tiene que dedicarse a la lectura de forma continua y obsesiva” ya que “es muy importante tener un entorno de lectura”. 

Desde allí, el autor de la Villa de Merlo, inició una enumeración de diferentes recomendaciones que supo intercalar con ejemplos, opiniones, interacción con los presentes y momentos de construcción colectiva.

“Al momento de escribir, la observación es un complemento muy importante de la lectura. También es necesario el trabajo, porque para construir un libro sumado al talento, se requiere mucha dedicación. El talento por sí solo no escribe libros. Esto es un oficio, es transpiración más que inspiración”, remarcó Menéndez.

“Después hay cuestiones narrativas a tener en cuenta como el hecho de que los primeros párrafos en las novelas o los cuentos son fundamentales para mantener en el lector las ganas de seguir leyendo el resto de la historia. Hay que saber cautivar su atención desde el comienzo. Asimismo, para desarrollar el relato se recomienda utilizar imágenes fuertes, parábolas, acudir a dilemas éticos, armar una buena ambientación”, detalló el escritor. 

Una charla repleta de recomendaciones interesantes

Por otra parte, el comunicador invitó a quienes deseen incursionar en la literatura a pensar bien desde qué lugar van a escribir y qué cosas los motivan. En ese sentido dijo que “aquellas historias que no nos dejan dormir, son historias que merecen ser contadas, ya sean alegres, tristes, trágicas o de cualquier otro tipo”. 

“Anoten todo porque las ideas si no se anotan después se olvidan. Escriban siempre para ustedes, desde las entrañas, convencidos de que lo que han escrito los conforma. Escribir implica equivocarse mucho, reescribir, corregir, incluso se puede descartar un capítulo entero si uno siente que no es funcional a la lectura. La escritura siempre es difícil y se perfecciona con el hábito. Toda actividad creativa tiene sus técnicas. La ficción no es ni verdadera ni falsa.”, fueron otros de los aspectos que resaltó especialmente.

Menéndez se mostró muy contento por la participación del público y al finalizar la actividad expresó: “Poder dar una charla de literatura a estudiantes de secundaria que quizás tienen su primer acercamiento a la escritura en el contexto de la Feria Provincial del Libro está muy bueno. Lo que presenté fue una clase que forma parte de un taller literario más amplio que yo suelo brindar”.