Crisis hidrica en Merlo
Hace 10 años se aprobó la ordenanza de cisternas, pero nunca se cumplió
Diez años después y los mismos problemas con el agua potable en Villa de Merlo. En noviembre de 2014, el partido socialista merlino, a través del entonces edil Mariano Stinga, propuso una ordenanza para la implementación de cisternas en cada nueva construcción. Se establecía un mínimo de 1000 litros por unidad habitacional para acopio de agua.
Stinga dijo en aquel momento, “la necesidad de contar con reservas de agua, teniendo en cuenta que en la temporada se incrementan los consumos del servicio y crece la demanda con la actividad turística”.
La ordenanza indicaba también que la mayoría de las viviendas particulares y cabañas de Villa de Merlo “solo contaban con un depósito de agua de reserva que no siempre se dimensiona adecuadamente”. Asimismo, en aquel momento se expresó “que el suministro de agua provisto por los arroyos y distribuido por la Cooperativa de Agua resulta insuficiente”.
¿QUÉ DICE LA ORDENANZA?
La ordenanza instaura, en su artículo primero, “la implementación de un depósito para la reserva de agua cisterna en toda construcción nueva a realizar, en el que deberá constar indefectiblemente en la presentación del plano de obra y será motivo para su visado previo y posterior aprobación”.
El depósito se tendrá que colocar al nivel del piso inmediatamente después que el suministro ingrese a la propiedad y deberá contar con sistema de corte y bombeo automático hacia la reserva en altura (tanque).
En el artículo cuarto de la ordenanza se indica que la dimensión de la reserva de agua se ajustará a la cantidad de metros cubiertos construidos. Establece un mínimo de 1000 litros por unidad habitacional. Finalmente, el proyecto expresa que “la cantidad de litros de la cisterna será determinado por reglamentación”.