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Mitos y verdades del sexo en el embarazo

<p>Apenas se enteran de que hay un embarazo, muchas parejas deciden dejar de tener relaciones o las tienen muy de vez en cuando. En esta nota te contamos mitos y verdades sobre esto, para perder el miedo.</p>
miércoles 20 de agosto de 2014
Mitos y verdades del sexo en el embarazo

Muchas parejas sienten inquietud y desconfianza en las relaciones sexuales durante el embarazo. La presencia de mitos y prejuicios suele ser la causa que subyace con más frecuencia a la suspensión parcial o total de las relaciones sexuales.

 La educación recibida, las experiencias sexuales vividas, los valores e ideales de la pareja, las expectativas, ansiedades, falsas creencias y miedos distancian y postergan el encuentro sexual. Algo que, con el tiempo, genera insatisfacción, enojos y rencores. Los roles de género, o sea, cómo debe comportarse una mujer y cómo debe hacerlo un varón, instalan posiciones fijas e inequitativas en cuanto al ejercicio de la sexualidad y las necesidades emocionales de cada persona.

 Durante los meses que transcurre el embarazo la mujer se enfrenta a un sin número de cambios, tanto físicos como emocionales. Los físicos son generalmente visibles. Los emocionales a veces confunden, se los adjudica a otras razones y, peor aún, se los calla. 

 Las consultas con el/la obstetra son frecuentes para controlar la salud de la mamá y el bebé. Allí se abordan cuestiones más físicas que emocionales. Muchas parejas sienten pudor de realizar preguntas sobre sexo y callan. En el mejor de los casos, hablan con amigos, familiares o buscan en Internet las respuestas tan ansiadas que, aunque bien intencionadas, muchas veces no son las adecuadas. 

 Cada persona vivirá el embarazo a su manera. Aún cuando el hijo fue buscado y deseado, las ansiedades, temores y culpas surgen en algún momento:

 * ¿Podemos hacerle daño al bebé al tener relaciones sexuales? 

* ¿Se dará cuenta de lo que estamos haciendo? 

* Si tenemos relaciones, ¿podría desencadenarse el parto antes de tiempo? 

* ¿Por qué siento menos ganas? 

* Siento vergüenza al tener relaciones y verme la panza.

* Me siento gorda y fea. Me da miedo que él se busque a otra.

* Desde qué quedó embarazada que no he podido sostener la erección y a veces eyaculo rápidamente. 

* Ella está tan abocada al cuidado del bebé que me siento absolutamente desplazado. 

* Desde el nacimiento no volvimos a tener relaciones, ella dice que le duele

 Estos son testimonios de personas reales que se escuchan a diario en los consultorios. Por eso, hay que esclarecer con sencillez las dudas que tienen las personas. Algunas cuestiones a tener en cuenta son: 

 * Durante el embarazo y el puerperio pueden presentarse disfunciones sexuales momentáneas. Abordarlas y resolverlas a tiempo posibilita la salud sexual presente y futura.

 * El conocimiento de los métodos anticonceptivos para el puerperio y la lactancia permite que la pareja retome las relaciones sexuales sin temor a un nuevo embarazo que podría afectar la salud de la mamá y del futuro bebé. El recién nacido estará "agradecido" de contar con la atención y el apego de su mamá que necesita tanto en sus primeros años de vida. 

 * La Organización Mundial de la Salud sugiere un espacio intergenésico de tres años entre un embarazo y el siguiente. La mamá y el bebé se necesitan, forman un vínculo fuerte e intenso. El papá se irá incluyendo de a poco. Ambos serán los cuidadores y sostenedores del mundo psíquico de ese bebé.

 * El estado anímico de los padres y el vínculo amoroso entre ellos serán garantías para el crecimiento y bienestar del bebé. ¿Qué mejor modelo que ver y sentir a sus padres felices?

 * Todas las personas tienen derecho a tener relaciones sexuales y a buscar en ellas placer. Este es un derecho humano y, como tal, debe ser respetado y cuidado. 

 * Sostener los encuentros sexuales placenteros y gratificantes afianza el vínculo amoroso, aporta beneficios emocionales y físicos y asegura un futuro prometedor para la pareja. Sus hijos agradecerán ver a sus padres felices, sin rencores ni distancias afectivas y tendrán un modelo de identificación de donde partir para establecer nuevos vínculos.

 Fuente: entremujeres.clarin.com

 

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