Evento masivo
Una multitud acompañó la 33° Fiesta Nacional de la Dulzura

Villa de Merlo experimentó un fin de semana masivo, a pesar de estar en temporada baja, con la presencia de 70 puestos de productos dulces y salados, incluidos "Mujeres en Red" e "Inclusión en Red", más de 10 food trucks y cervecerías, que formaron parte de la edición 2024 de la Fiesta Nacional de la Dulzura. Por eso, el evento se convirtió en un motor económico clave para la región. El predio ubicado en Ruta 1 y Carlos Gardel se colmó con más de 40.000 visitantes, según los cálculos del municipio, a lo largo de las tres jornadas, quienes disfrutaron de la gastronomía artesanal y la música en vivo.
“La 33° Fiesta Nacional de la Dulzura no solo celebró la tradición y cultura local, sino que también reafirmó el compromiso de la gestión del intendente, Juan Alvarez Pinto, en impulsar la economía de Merlo, incluso en temporadas bajas. Este evento es vital para que cada productor de la región no solo haga crecer su propia economía, sino también tenga la oportunidad de dar a conocer sus productos a un público más amplio. La fiesta, con su capacidad de atraer multitudes, demuestra el éxito continuo de este esfuerzo conjunto entre el gobierno local y los productores, fortaleciendo así el desarrollo económico y cultural de la comunidad”, señalaron desde la municipalidad.
“Durante los dos primeros días, alrededor de 28.000 personas pasaron por la fiesta, haciendo de esta un éxito rotundo. La tercera y última jornada, atrajo a un aproximado de 12.000 personas, comenzó con una peña dedicada al folclore donde recibimos a: Ruben Gallardo, Arambaleba, Los del Mate y El Salta y Las Lindas”, se precisó.
Luego se dedicó la tarde a los más pequeños en honor al Día de las Infancias, con la actuación de "A Nuestro Ritmo" grupo de baile inclusivo, Chacareras y pastelitos, Piripulos, Gina Circus y Show musical Fantasía.
El día alcanzó su punto más alto de alegría con Juanjo Abregú, quien con su violín llenó de alegría a todos los presentes, creando una atmósfera festiva y contagiosa que hizo vibrar a la multitud hasta el último compás, seguido de una noche de chamamé con Clan-destino.