“Sobre los mapas nacionales, San Luis nos demora la atención a causa del diseño de su extraño contorno, que imita el hueco de la llave de una antigua cerradura, digna de abrir castillos de piedra, viejas catedrales o cofres de guardar secretos”, escribió un día el poeta Antonio Esteban Agüero, al hablar de su provincia. Al hablar de los bordes de su tierra. La silueta. ¿Cuánto nos dice las siluetas? Hace horas se conoció en la provincia la definición de la integración de las dos principales fórmulas para la gobernación. Las que disputarán el voto popular que les dé la llave de San Luis. Y es significativo poder demorarse en las fotografías con las cuales se conocieron la integración de los binomios.  

San Luis Cambia – el lema que lidera el diputado Nacional, Claudio Poggi- optó por tuitear el domingo a la noche para que se conociera a su compañero de fórmula, el abogado Víctor Endeiza.  Un texto breve y una foto. Hay en principio una decisión política: Poggi privilegió a una persona de confianza de su entorno, por encima de elegir un candidato o candidata de algún partido político aliado. La UCR puntana se quedó con las manos vacías. ¿Privilegió el territorio en el cual Endeiza tiene ascendencia? Puede ser. Pero, no solo el radicalismo se quedó afuera de la fórmula. También quedaron excluidas las mujeres, que son parte del cincuenta por ciento de la sociedad puntana. La elección de un varón adulto para vicegobernador, junto a otro varón deja afuera también la generación de millennials y centennials puntanos. ¿Las miradas? Uno para cada lado. Detrás de sus siluetas, el poder: Terrazas. La ropa también comunica. Formalidad.

El oficialismo provincial jugó al suspenso con la nominación del vice. El lema Unión por San Luis estiró la comunicación todo lo que pudo. Se sabía que iba a ser una mujer la que acompañe al Gato Fernández, el candidato a gobernador que surgió de tierra adentro. De los pagos de Tilisarao. La elegida como compañera de fórmula fue la senadora Nacional, Eugenia Catalfamo. Una dirigente muy activa desde que llegó a la Cámara Alta con treinta años en el 2017 y construyó un perfil político propio. Ahora con treinta y cinco años tiene otro reto por delante. En la elección de integración de formula, una mujer joven que asegura la igualdad de género. ¿Una suma de experiencias? Un varón de generación X y una mujer millennial. ¿Dónde miran? Hacia un mismo lado. Un fondo blanco fue elegido para la foto. Un varón clásico y una joven moderna parecen integrar la fórmula del oficialismo en busca de alcanzar voluntades en otros sectores de la sociedad.

No serán ambas fotos las que definan la elección. Sí, muestran siluetas y contenidos de los binomios. Un contorno, un perfil de los que buscan ambos lemas. De lo que contienen en términos de sociedad y lo que excluyen. ¿Quién obtendrá la llave del triunfo? Eso se sabrá el 11 de junio.