Las históricas disputas internas del peronismo merlino y sus divisiones parecen que han encontrado una forma de canalizar los deseos electorales. La ley de Lemas impulsada en toda la provincia para las elecciones del 11 de junio abre las chances para aquellos que se sienten con fortaleza para competir. Por eso, en Villa de Merlo, el peronismo y partidos aliados que llevarán en su boleta como candidato a gobernador a Gato Fernández, ya tiene seis candidatos a intendentes para disputar la intendencia. Eso surge de los movimientos y acuerdos que se tejen desde hace dos semanas.

La cantidad por ahora colisiona con una realidad política: los postulantes abrevan de votos en sectores similares. Es como rascar todos de la misma olla. Y si bien desde el día que se conoció la candidatura de Gato Fernández el propio oficialismo alentó a los dirigentes a participar en listas, hay una premisa que no se estaría cumpliendo. Y es la apertura para que otros nombres se sumen a la competencia. Porque al igual que en otros partidos y alianzas, los primeros en subirse a las nóminas son aquellos que se han profesionalizado en la política. Y saben de la rosca y el armado de listas. No mensuran que un cuarenta por ciento de la ciudadanía le está dando la espalda a la política. Apatía. Hartazgo. Indiferencia. Rabia. ¿Quién o quiénes podrán romper con esos comportamientos y emociones ciudadanas al menos a nivel local?

CANDIDATOS EN LA GATERA

Uno de los que peleará por el municipio será el concejal Gastón Fonseca, que sin decir públicamente que sí ya tendría cerrado un acuerdo interno para llevar como primera candidata a concejal a Antolina Ramallo Chaboux, abogada de alto perfil y con voz potente al momento de sentar posiciones. A ese nombre se pueden sumar otras dos mujeres con trayectoria propia: la docente Natalia Iglesia y Betty Falco. Por ese sublema, la candidata a senadora sería Gloria Petrino, actual diputada provincial. Y queda por definir qué hará el concejal Mariano González, que no termina de definir si también jugará por la intendencia o se postula como senador provincial.

Otro sector que está en pleno movimiento es Compromiso Federal. Ahí ya hay un principio de acuerdo para ese sublema. Será el exconcejal, y actual titular del PAMI, Ricardo Chaves quien vaya por la intendencia, y la funcionaria y extitular de la Casa del Poeta, Sol Uría, como senadora provincial por Junín. Junto a ellos se vio este fin de semana a Ana Laura Ferrarotti, que en la elección legislativa del 2021 compitió con el sello del Frente Nuevo y sin recursos y a puro pulmón logró el 5% de los votos. Ferrarotti y un sector del kirchnerismo también jugarían en ese sublema.

El aliado histórico del oficialismo provincial, el Partido Socialista Merlino tendrá su sublema. El dirigente más reconocido de ese espacio y actual funcionario de Turismo, es el ex concejal, Mariano Stinga, que tendría intención de volver a ese cargo. Queda por definir quién será el candidato a intendente por el socialismo merlino. O si decide Stinga resignar pelear por una banca al concejo y empujar votos con su figura como intendente para promover a una mujer como primera candidata.

El Movimiento Vecinal Independiente Provincial (Movipro) también tendrá su sublema en apoyo a Gato Fernández. Y el dirigente Edgardo Val ya ha mostrado con sus acciones y definiciones que aspira a ser candidato a intendente. Podría su lista de concejales sumar nuevos nombres para el legislativo local.

Existe también otras intenciones electorales ligadas al peronismo, que postularían a un reconocido comerciante para la intendencia; dirigente que ya integró listas en otras oportunidades. Su participación no está cerrada, pero está entre los posibles. Y no habría que descartar que después de las reuniones del Gato Fernández en Merlo con independientes, de allí surja un nombre nuevo. También en la sumatoria de sublemas hay otro sector alienado con el kirchnerismo que debe definir posición electoral.

Desde acá y hasta la fecha de cierre de sublemas y candidatos podrán surgir más nombres. ¿Serán los conocidos de siempre o algún sublema romperá con la lógica y se animará a postular a nuevas caras? ¿Se habrá comprendido en plenitud el significado de la candidatura de Gato Fernández? Son interrogantes que la dirigencia debería responderse con cierta prontitud. La cosa política de ocupar cargos solo le importan a los que se muerden la cola entre propios y ajenos.