Todo empezó a las 21 con la apertura y la entonación de los himnos. Los encargados de abrir la noche musical fueron Bramidos. El grupo presentó un repertorio repleto de sus raíces santiagueñas. Luego fue el turno de la danza con Maynumbi (picaflor en quechua) el ballet integrado por jóvenes de Merlo y la zona.

Minutos más tarde el intendente Juan Álvarez Pinto y representantes del EMIPROTUR hicieron entrega de una distinción a Ariel Ciano, Director de Desarrollo Turístico y Cultural de Aerolíneas Argentinas por la vuelta de los vuelos regulares al Valle del Conlara.

Cerca de las 22:30 llegó La Bruja Salguero. La talentosa cantante riojana revolucionó el Valle del Sol. La referente de la nueva generación de artistas populares embrujó a todo el predio con su talento y encanto.

En su show homenajeó a las mujeres, la chaya, invitó a cantar a la artista merlina Débora Villalva, vocalista de Coquena y bajó del escenario para cantar “Juana Azurduy” con la gente.

La Bruja desplegó su arte durante casi una hora con sus fusiones de ritmos latinoamericanos, rock y pop. La gente la despidió de pie y con una ovación muy merecida.

La fiesta siguió con Luz del Alma. Posteriormente fue el turno del Ballet Danzar la Vida que le brindaron un cálido homenaje a los 50 años del festival. Manyines de cuyo fueron el siguiente numero artístico de la noche, seguidos del Grupo Inti y Herencia Chamamecera.

Pasada la 1:30 los shows nacionales siguieron de la mano del Dúo Coplanacu. Los santiagueños Roberto Cantos y Julio Paz trajeron al Valle del Sol con su cancionero popular. A pura chacarera convirtieron al Balneario Municipal en una gran peña.

Una hora después llegó otro de los momentos más esperados de la noche, la vuelta de Peteco Carabajal al Valle del Sol. Tras varios años de no estar presente en el festival, su regreso fue a pura chacarera.

El reconocido cantor, guitarrista, violinista y compositor dio un amplio recorrido por su cancionero popular. Y, en “El puente carretero” bajó del escenario para tocar el violín entre el público.

Para la despedida invitó al escenario a una joven del público, que tenía un cartel donde decía que quería cantar con él. Así fue que Margarita Castelli fue parte del show y se llevó los aplausos de todos.

Promediando la noche la danza volvió al escenario con el Ballet Origen y poco después de las 4 de la madrugada Raly Barrionuevo subió al escenario para cerrar la velada.

El cantautor oriundo de Frías, Santiago del Estero, compartió con el público un repaso de sus canciones entre zambas, gatos y chacareras.

El público se quedó hasta el último minuto en el predio para acompañar el show que se extendió durante hora y media.

En los bises agradeció a sus amigos de la Villa de Merlo. “Siempre ha sido mi casa Merlo”, aseguró.

Su despedida fue con “Hey paisano”, la que llamó “el primer trap criollo”. Luego sonó “Somos nosotros” para coronar su show que culminó a las 5:30 de la madrugada.

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