Durante 10 años de su vida, Joaquín Vázquez se dedicó a enseñar filosofía a estudiantes de primaria a través de diferentes novelas que servían como disparador de temas profundos como la vida, la muerte, el amor, el sentido o el lenguaje. Para no perder nada de este rico intercambio, el filósofo y escritor, decidió recopilar todos los testimonios y fragmentos de las clases en un libro al que llamó "Crónicas de infancia", una versión ampliada de otro ejemplar que sacó en 2018.

El libro, que ahora contiene en total 70 crónicas de dos grupos de estudiantes, será presentado este sábado a las 20 en la librería Hexámetro, en Villa de Merlo. Al principio, Joaquín utilizaba su muro de Facebook para compartir las ricas y desprejuiciadas teorías de sus estudiantes y con el tiempo vio que cada vez tenía más lectores. "La temática del libro es el encuentro entre las infancias y la filosofía, porque lo que recojo ahí son testimonios y fragmentos de las ocurrencias de mis estudiantes de filosofía en las clases del primario", dijo el autor.

Vázquez trabajó 10 años en la escuela primaria con sus clases de filosofía y en un momento sintió que si no registraba lo que ocurría en esas clases y la magia propia del pensamiento filosófico en la infancia, que está fuera de toda premeditación o cálculo, se perdería en el olvido.

“Así salió el primer libro, pero mientras tanto seguía escribiendo algunas crónicas más porque me resistía a terminar el proceso de escritura. Creo que ya había consolidado una seguridad en el género, había encontrado el perfil y segmentado el público al que apuntaba todo", resumió el autor nacido en Rosario, pero considerado merlino hace más de veinte años.

NUEVAS CRONICAS

Con las treinta crónicas nuevas, que se suman a las cuarenta que ya tenía el libro, Joaquín se contactó con su editor sobre la posibilidad de hacer una versión ampliada, que presentará el fin de semana.

Actualmente, Joaquín es profesor en la Universidad Nacional de Río IV y en el IFDC de Villa Mercedes, pero antes trabajaba en dos escuelas primarias de Río IV, Santa Eufrasia y Da Vinci. Allí les narraba a sus alumnos un capítulo por semana de dos obras literarias. Primero fue "Crónicas marcianas", de Ray Bradbury, y con las charlas que surgieron de esa narración escribió la primera parte de su libro. Luego se sumó "Colmillo blanco", de Jack London, de la que salieron el resto de las crónicas y microrrelatos.

“Es impresionante el cambio que se ve en los chicos después de estas clases. No se puede registrar cuantitativamente el progreso o la evolución del pensamiento de las y los niños que entran al jardín y tienen filosofía hasta el último grado del primario, pero cuando llegan a sexto año tienen una capacidad argumentativa, un detenimiento, una voluntad para pensar las cosas en la complejidad..."

Para el docente y escritor, el hecho de que los chicos salgan de "la lógica tan binaria en la que vivimos" es un avance intelectual. "Ellos meten matices y profundidades; se animan a transitar las emociones o los estados de ánimo que abren las preguntas filosóficas y que muchas veces el mundo en el que vivimos evita que entremos en estados reflexivos. Así que yo creo que la transformación es evidente y muy hermosa”, sostuvo. (el diario de la república - redacción)