Ante ese panorama, algunos productores optaron por no sembrar esta temporada, a la espera de mejores condiciones en un futuro cercano.

Los diques de toda la provincia evidencian la escasez de lluvias y se priorizó el abastecimiento de esos reservorios para el consumo humano. Los productores agrícolas, en tanto, debieron buscar alternativas para poder llevar adelante sus cultivos.

“El agua hay que reservarla para el consumo humano. Posiblemente ahora viene la época de lluvias, pero es tarde para nosotros”, señaló Daniel Calvo, que tienen producción de papas entre Tilisarao y Concarán.

El productor cordobés recordó que las autoridades provinciales “desde hace 5 meses nos vienen anunciando que no va a haber agua, por eso los productores han tenido que decidir si emigran para otra zona o no sembrar directamente”.

De todas maneras, consideró que “son épocas de sequía que hay que aguantar, porque eventualmente el dique se va a llenar”. En su caso, se suele abastecer del dique San Felipe, pero esta vez debió recurrir a otros métodos para poder llevar adelante su producción.

Algunos productores invirtieron en perforaciones para obtener aguas subterráneas, que “en San Luis hay mucha y de buena calidad”, dijo Calvo. También tuvieron que comprar equipos de riego. “Tiene un costo altísimo, también por el combustible”, remarcó.

En el caso de la papa, desde la siembra hasta la cosecha son 120 días. Esta temporada, en esos 4 meses, cayeron no más de 60 milímetros en la zona.

Gabriel Gillini, productor de Quines, graficó que el problema “es muy grave” y se profundiza con cada día que no llueve.

Por eso, los productores de la economía popular piden una asistencia al gobierno. “No una ayuda económica, porque son subsidios que se van perdiendo. Lo que pedimos es un cambio en la matriz del agua, como revestimiento de canales y que ayuden a comprar cintas de riego”, detalló.

“El cambio climático es irreversible, no va a llover mucho más”, auguró.

Redacción / SL24