Al clima hostil con térmicas que superan los 40º y al alerta roja para esta zona que pone en riesgo la salud de todos, no solo de los grupos de riesgo. Se sumaron los cortes y la faltante de agua en toda la ciudad.

Una vez más en plena temporada y con la ciudad repleta de turistas, apareció el anuncio repentino de emergencia hídrica. Anteriormente, se fueron realizando numerosos cortes sin previo aviso en diferentes barrios y aún hay zonas que llevan más de 24 horas sin agua y sin respuestas.

El jueves tras el corte de más de 12 horas del servicio, se informó desde la Cooperativa de Agua que estarán cortando durante el día y que solo habrá abastecimiento (escaso) de 20 a 8 de la mañana. Aunque en algunos lugares el agua sigue cortada. En otros volvió mucho después de ese horario y ni alcanzó la fuerza para cargar los tanques.

La situación genera impotencia e incertidumbre, más después de un periodo de copiosas lluvias donde la falta de obras generó que se desaprovechara el recurso, llegando una vez más y sin previsión a esta situación.

El jueves numerosos comercios no pudieron abrir sus puertas por la falta del servicio básico para sus trabajos como para la higiene, más aun en tiempos de coronavirus. En hoteles y cabañas se multiplicaron las quejas de turistas que sin estar enterados de la situación quedaron sin agua desde muy temprano.

El panorama es desastroso. Y el enojo de la gente es que todos los años la historia se repite, el discurso es el mismo y aparece de forma repentina. Siempre se señala el exceso del consumo por parte de la comunidad, la sequía… entre otros factores. Pero nunca se maneja el recurso con previsión, ni obras, ni inversión que permitan el abastecimiento en épocas sin lluvia.