Ni el triunfo que esperaba, ni la derrota que se auguraba. La elección para diputados nacionales en San Luis quedó marcada a fuego por la paridad electoral. La diferencia entre la lista que encabezaba Claudio Poggi (Unidos por San Luis), con la lista que lideraba, María José Zanglá (Fuerza San Luis) fue de tan solo 1349 votos, sobre casi 305.000 votos que se emitieron en la provincia. Un 0,6 por ciento de diferencia, muy diferente a los diez puntos que le había sacado Poggi a Zanglá en las PASO del pasado 12 de septiembre.

El exgobernador Poggi construyó su triunfo en base a su insistencia de emparentar al gobierno provincial con el “kirchnerismo” y buscar el “voto bronca”. Poggi, sin rubor, se sumó a la “ola amarilla”, capitalizó el descontento contra el gobierno de Alberto Fernández y la situación económica, que además barrió con los peronismos de casi todas las provincias. Por otro lado, captó el voto antikirchnerista muy fuerte en algunos sectores de la provincia. El festejo del domingo a la noche en su bunker fue para él un desahogo personal, aunque el triunfo electoral resultó muy estrecho. Mantiene su aspiración hacia el 2023 como también mantiene una confrontación con el actual gobernador, que parece exceder lo político para entrar en lo personal.

Fuerza San Luis casi logra una nueva épica electoral.  En la categoría diputados Nacionales, la derrota de la lista que lideraba María José Zanglá fue mínima con Poggi. La remontada era complicada. Zanglá debutó en la competencia electoral y, tal vez, le faltó una semana más para alcanzar un nivel de conocimiento mayor en la provincia. Y enfrentaba a un dirigente, Claudio Poggi, que cuenta con un nivel de conocimiento pleno en San Luis. Además, el oficialismo provincial cargaba con el ancla  de la nacionalización que frenaba el empuje de la campaña provincial y las medidas para revertir la derrota de las PASO.

Hacia adentro de San Luis, la lucha por cargos ejecutivos, de diputados provinciales y senadores provinciales, favoreció a Fuerza San Luis. Quedó demostrado que ese frente electoral sigue con potencia militante capaz de lograr triunfos locales y departamentales para consolidar su dirigencia. Ese fue su desahogo.

Quedan dos años para 2023. Una elección legislativa marca una coyuntura, pero no determina una ejecutiva. Habrá que ver cómo resuelve el oficialismo provincial el nombre del posible candidato o candidata a gobernador por el peronismo. Enfrente tendrá a Claudio Poggi, eso ya está así planteado. Algo que saben las dos fuerzas políticas es que las ejecutivas serán otra historia y se jugarán en otro contexto. Los dos deberán dar más, si quieren ganar.