El sector aduce que en caso de no poder contar con incrementos en lo que sus usuarios abonan, el sistema indefectiblemente colapsará. En nuestro país, y según datos del propio sector, un 70% de los usuarios utilizan lo que denominamos medicina prepaga; mientras que tan sólo un 30% acude a los Hospitales Públicos.

Durante el año 2019 las prepagas recibieron aumentos que según estimaciones estuvieron por encima de la inflación del país. Sin embargo, desde el inicio de la pandemia las empresas de medicina prepaga no han recibido los aumentos que vienen solicitando, incluso un aumento del 15% autorizado por el gobierno, fue vuelto atrás por el mismo poder ejecutivo, quedando finalmente en un incremento del 3,5% desde el mes de marzo del presente año. Como siempre sucede con los aumentos, los ciudadanos inmediatamente evalúan y buscan otras alternativas. Según publicaron diferentes medios, en un relevamiento de 500 usuarios, el 43% manifestó sus intenciones de buscarun plan más económico, ya sea dentro de su misma obra social o una distinta.

Las entidades de medicina privadas, tienen preocupaciones respecto a si alguna vez el gobierno pensó en intervenir o estatizarlas, además del hecho de que desde el mes de enero ya no cobrarán más el ATP, que fue el sistema con el cual el estado apoyó al sector privado durante los momentos más duros de la pandemia, y de mayor impacto en la economía por el aislamiento social. Las preocupaciones de intervención se mantienen, entre otros motivos, por las declaraciones de Cristina Fernández de Kirchner cuando indicó que uno de los desafíos del año en curso, es repensar el sistema de salud. Lo cierto es que, y más allá de los vaivenes políticos o incluso de la pandemia del Covid19, la preocupación por contar con un sistema fuerte y opciones accesibles para el ciudadano debe ser una prioridad fundamental para todos. Desde el inicio de la pandemia han disminuido las consultas médicas de distinta índole, y esto puede traer como consecuencia el resurgimiento de enfermedades o la desatención de problemas ante la falta de una detección temprana.

Hoy, debe ser fundamental poder contar con una buena cobertura. Y utilizar las herramientas que ofrezcan. La pandemia ha sumado nuevas alternativas como atención de primeras consultas vía web y ha organizado incluso a muchas instituciones para ser más eficientes. Entonces, la pregunta a realizarnos es si contamos con el plan o la obra social adecuada. Hay opciones de cambio, incluso está reglamentado por decreto y publicado en los sitios web del gobierno. Buscar una buena atención, preocuparnos por nuestra salud y buscar un plan más económico debiera ser una tarea primordial en nuestra agenda.