Claudio Nahuel Bohorquez, el joven riocuartense que hacía dos años estaba detenido por el homicidio de su abuela y un tío en un conmocionante hecho ocurrido en un campo próximo a Juan Llerena, fue encontrado sin vida en su celda de la cárcel de San Luis.

El joven, de 25 años, estaba procesado por homicidio calificado por el vínculo y por alevosía en perjuicio de su abuela Mirta Reich, de 70 años, y por homicidio por alevosía en perjuicio de su tío, Alexander Aime, de 45, ocurrido el 15 de enero de 2019.

Bohorquez murió alrededor de las 16 de ayer cuando era trasladado al Hospital San Luis, según lo informado por la agencia de noticias de San Luis.

“Pasadas las 16 se tomó conocimiento de que el interno se encontraba en su celda con pocos signos vitales como consecuencia de un supuesto intento de suicidio”, informaron en un escueto comunicado.

La causa del suicidio es investigada por el Juzgado Penal 1, a cargo de Marcos Flores Leyes, se informó desde el Servicio Penitenciario de San Luis.

Horror

Después de matar a sus familiares, el autor prendió fuego los cuerpos. Uno de los cadáveres estaba en una de las seis habitaciones de la casa–se estimó que era el de la mujer– y el otro, a la intemperie, donde había otro foco ígneo. Estaba a poco más de 80 metros de la casa, cerca de un enorme galpón de chapas, que madre e hijo usaban como depósito y cochera.

El muchacho se subió a la camioneta de su tío y emprendió la huida hacia su casa en Banda Norte de Río Cuarto.

Bohorquez, luego de recorrer los 144 kilómetros que separan la estancia de su familia en Juan Llerana con Río Cuarto, relató a su madre que se escapó de un asalto y por eso se vino para alertar de lo sucedido.

La mujer llamó a la Policía de San Luis sobre el supuesto hecho de robo que eran víctimas su madre y hermano, pero la situación cambió cuando al llegar al lugar la policía se encontró dos cuerpos incinerados y el incendio en la casa principal del establecimiento rural.

El muchacho comenzó a contradecirse ante la Policía de Río Cuarto hasta que habría admitido el hecho, por lo que fue detenido y alojado en la alcaidía hasta que fue trasladado a San Luis.

Las pericias determinaron que Reich y Aime fueron asesinados de un disparo de arma de fuego en la cabeza y luego quemados para tratar de ocultar huellas.

(Fuente: Puntal)