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Pandemia

El drama del Valle de Traslasierra: “Si tenemos que esperar a que llegue la vacuna contra el COVID-19 terminamos en la ruina”

Sus habitantes dicen que quedaron aislados en esta área eminentemente turística de la provincia de Córdoba y que están a punto de perder la temporada de verano, en una región donde el 90% de la población vive del turismo
lunes 19 de octubre de 2020
El drama del Valle de Traslasierra: “Si tenemos que esperar a que llegue la vacuna contra el COVID-19 terminamos en la ruina”

“Si el turismo sigue sin poder reabrirse, se va a producir la ruptura de toda la cadena económica del Valle de Traslasierra. Además, hace 7 meses que no podemos salir y que nadie puede entrar” expresó, en una entrevista con Infobae, Alejandro García, propietario del complejo de cabañas “Las Masías” ubicadas en Nono, e integrante del grupo Turismo Responsable, que agrupa a toda la cadena comercial nucleada en torno del turismo en la región.

- ¿Qué novedades tienen respecto al turismo en el Valle de Traslasierra para la próxima temporada?

- Por el momento, no tenemos ninguna novedad. Córdoba es una provincia eminentemente turística y es llamativo que no haya una sola noticia donde se anuncie que se está preparando la temporada. A finales de julio, cuando el ministro de Turismo, Matías Lammens, anunció que iba a haber temporada de verano, arrancó un aluvión de consultas que ahora desaparecieron por completo... No tenemos ni reservas, ni consultas porque hay una sensación de que Córdoba no está trabajando para el turismo. De hecho, el Gobernador de la provincia, Juan Schiaretti, no habla de turismo.

En todo el Valle de Traslasierra hay unas 20.000 o 25.000 camas. El verano pasado, el turismo representó 1500 millones de pesos en dos meses. Si tenemos que esperar a que salga la vacuna vamos al quebranto en lo económico, pero también, en nuestro proyecto de vida. Si tenemos que esperarla, terminamos en la ruina. Nosotros no tenemos un plan B, solo vivimos de esto. Somos gente de clase media. Tengo 48 años y es muy duro perder el esfuerzo de 20 años de trabajo, para tener que dedicarme a otra cosa

El 95% de la gente que llega a Traslasierra lo hace en auto: ni en avión, ni en micro. Eso es muy importante en este contexto de la pandemia de COVID-19, ya que las familias llegan “encapsuladas” en sus autos, desde sus casas.

Estamos en octubre y aún no tenemos un protocolo aprobado para el verano. Además, estamos aislados porque el Valle de Traslasierra se comunica al sur con San Luis -que tiene cerradas sus rutas- y hacia Córdoba nos encontramos con el Camino de las Altas Cumbres, en el que hay un control estrictamente policial y sanitario. Ni nosotros podemos salir del Valle, ni el resto de Córdoba puede entrar, salvo excepciones muy especiales, como un tema médico.

- ¿Cómo subsisten desde que empezó la cuarentena?

- El 15 de marzo cerramos todos los complejos turísticos de esta zona y nunca más pudimos reabrirlos, incluso, aunque estuvimos cuatro meses como zona blanca y sin ningún caso de COVID-19. La zona blanca te da un estatus sanitario pero tiene su contracara, que hizo que nos aislara del resto. Hace 7 meses que no tenemos trabajo: no nos permiten abrir, pero tampoco circular.

Lo que cuento parece similar a lo que pasa en otras zonas de turismo, pero hay una diferencia: Traslasierra no tiene industrias, como otros valles de Córdoba, como Carlos Paz o Punilla. Acá, el 90% de la cadena productiva depende exclusivamente del turismo y, encima tiene una estacionalidad de 70 días. La gravedad del problema es que, si perdemos esta temporada, no trabajamos más hasta diciembre de 2021. Para nosotros, esperar la vacuna es esperar hasta diciembre de 2021.

-¿Qué sucede con todas aquellas familias que viven del turismo en Traslasierra?

- La mayoría son emprendimientos familiares, así que todos vivimos del turismo. No hay subsidios o exención de impuestos que puedan sustituir el ingreso que nos hace sobrevivir el resto del año y mantener los complejos, que requieren mucho dinero.

Además, hay toda una cadena de gente que está indirectamente relacionada con la falta de trabajo que tenemos y que si, nosotros no trabajamos, ellos tampoco, desde los gastronómicos hasta los artesanos.

Por otro lado, hay muchas personas que tienen aquí sus casas de veraneo y no las dejan venir, porque tampoco hay un protocolo de entrada para que puedan controlar su propiedad o hacerle un mantenimiento. Ni siquiera saben si van a poder pasar el verano en sus casas.

Las autoridades no tienen que pensar en que hay que trabajar post pandemia, sino que tenemos que hacerlo ahora: con COVID. Además, una de las señales que vemos es que en el Valle no se hizo nada en cuanto a infraestructura sanitaria: somos unos 150.000 habitantes, entre todas las localidades estables, a las que se le suman unos 20.000 o 25.000 turistas: no es una gran cantidad de personas, pero ni siquiera tenemos un sistema sanitario listo como para recibirlos.

La situación es muy preocupante. Hay que trabajar con el COVID-19, pero de manera responsable, siguiendo las reglas y cumpliéndolas. Si hay un lugar en el país donde se pueden seguir todas esas reglas, es en el Valle de Traslasierra, porque acá no tenemos hacinamiento de gente. Ni siquiera llegan ómnibus de turistas.

- Mínimamente, ¿quieren recibir recibir turismo provincial?

- Si hay una voluntad de trabajar en esto y poner protocolos en vigencia, deberíamos estar abiertos al turismo provincial en el feriado del mes de noviembre. Más allá de la constitucionalidad o no de las restricciones para circular después de 7 meses, algo inédito, si llegamos a diciembre como estamos ahora, van a empezar las presentaciones judiciales porque no hay racionalidad en la medida, que ya no resiste ninguna lógica.

Si las restricciones se sostienen, se entiende que el Gobierno quiere estirar esto hasta que salga la vacuna y va a ser hasta que haya una población suficientemente vacunada, con todas las incertidumbres que aún hay al respecto. De esa manera, nunca más vamos a tener circulación, ni vamos a poder volver a la vida normal. Ni siquiera, los chicos van a poder volver a la escuela.

Podríamos haber trabajado tranquilamente en Semana Santa, pero nos encerraron como al resto del país, cuando acá no hubo casos durante cuatro meses. El impacto es mayor, porque tuvimos restricciones cuando aún no había casos, ni circulación del virus. Esto impacta más, porque venimos con una carga económica y emocional de 7 meses.

- ¿Qué les dice el Gobernador?

- Viene haciendo aperturas, pero la única palabra que no menciona es el turismo en una provincia que vive de esto casi con exclusividad. No se anuncia la temporada de verano, como vemos que ya se hace en otros lados, como Mar del Plata, Pinamar, etc. Hace dos meses, cuando se abrió la gastronomía en Córdoba, dijo que hasta que no llegara la vacuna no iban a haber más aperturas.

Cerrar la provincia de Córdoba, no tener turismo y esperar hasta el verano de 2021 no tiene lógica y nadie te explica cómo eso se hace viable de manera económica. Ni siquiera sabemos si la vacuna va a llegar en diciembre de 2021, entonces no podés proyectar nada.

Buscamos llamar a la reflexión: en el resto del mundo hay rebrotes, pero pudieron hacer una apertura, transitaron el verano y tratan que las actividades económicas continúen. Las condiciones naturales que ofrece este Valle de Traslasierra dan el distanciamiento naturalmente.

 Si pudiera hablar con el Gobernador, ¿qué le diría?

- Le diría que fue elegido por la provincia de Córdoba, que fue reelecto y que la historia lo puso en este lugar: los hombres que pasan a la historia son aquellos que enfrentan los desafíos. Tuvo el tiempo suficiente para planificar la solución: desde marzo a hoy, hubo tiempo para preparar el servicio de sanidad, para conocer más a la enfermedad, las normas de prevención y, quienes vivimos acá, lo vamos a destacar si asume y resuelve este problema. No está solo, porque todo estamos comprometidos.

No queremos abrir al turismo de cualquier manera, solo de un modo responsable y somos los primeros que nos vamos a cuidar porque esto tiene que ver con la responsabilidad social. Entre todos, los de acá y los que vengan, vamos a cumplir las reglas y los protocolos porque nadie quiere enfermarse. Hay que tratar de que sea todo bien organizado, con trazabilidad y con un corredor sanitario, para que se pueda identificar el movimiento de los turistas. El Gobernador tiene que tutelar las responsabilidad que tiene y llevar adelante este tema. Necesitamos que se ponga al frente. Córdoba es una provincia de trabajo, no queremos subsidios ni exenciones: solo queremos trabajar.

- ¿En qué momento cerró su complejo de cabañas y en qué situación se encuentra ahora?

- Mi caso es igual que todos los prestadores de turismo de esta zona. Cerré el 15 de marzo y tuve que devolver el dinero que había recibido de la gente que tuvo que regresar. Todos los complejos quedaron cerrados y solo pudimos hacer el mantenimiento.

Todo este año sobrevivimos con los ahorros que nos quedaron del verano y, ahora se nos complica, porque este es el momento en el que tenemos que definir la temporada, comprar los insumos, preparar las piletas. Todo un dinero que hay que invertir cuando uno sabe que tiene la temporada asegurada, pero en este caso, estamos a ciegas. No tenemos ninguna ayuda económica y tampoco la queremos tener: solo queremos trabajar

Sobrevivir al 2021 sin poder trabajar durante la temporada nos lleva al quebranto, o nos lleva a vender lo que tenemos para poder sobrevivir. Acá no hay manera de reinventarse: no podemos vender otras cosas, porque no hay otras cosas para hacer.

Es muy duro pensar que lo que tanto te costó hacer se venga abajo o que lo tengas que malvender para sobrevivir. No sabemos qué vamos a hacer a partir de marzo, si no podemos tener temporada de verano. Diciembre de 2021 es muy lejos para nosotros.

Las consultas de reservas empiezan en agosto y hace un mes que hay un parate absoluto. La gente se quiere ir de vacaciones, las necesita por un tema de salud mental, pero en el gobierno provincial no se habla del tema. A todas las actividades se les va dando la reapertura. Sin embargo, nosotros nos acercamos a las fechas clave para programar el verano y no tenemos ninguna certeza.

- Además de las condiciones naturales de distanciamiento que ofrece el Valle, ¿qué medidas de prevención planean para la temporada?

- Queremos que el turista venga con una reserva previa, con un voucher y con el lugar adonde va a alojarse, para tener una trazabilidad desde el lugar de donde sale hasta el que llega. Se puede hacer una app con un código QR, para que todo el grupo familiar esté identificado por los lugares donde se mueve dentro del Valle. A dos meses del verano y con todas las ideas que aportamos oportunamente, si querés tener una temporada de verano estás a tiempo de hacerla. Al Estado le tendría que interesar el turismo, porque es la actividad económica que mueve a la provincia de Córdoba.

Hay un mensaje contradictorio, porque el Estado saca la Ley de Sostenimiento de la Actividad Turística, con un descuento del 50% para quienes contraten hasta el 31 de diciembre. Pero, por otro lado, la actividad sigue prohibida por un Decreto Nacional de Urgencia. Además, en nuestro caso ni siquiera se habla del tema, entonces ¿cómo me voy a poner a vender esos beneficios si aún no sé si voy a poder prestar un servicio, porque no se me habilita como prestador, ni se me dice cómo tengo que actuar?

Es un discurso un poco perverso. No puedo vender un servicio que no se si voy a poder dar, porque quedo comprometido y luego voy a tener que devolver el dinero. Como le dije, ni siquiera hay un protocolo aprobado.

- ¿Qué sucede con aquellos propietarios que no residen en el Valle durante todo el año, pero que quieren entrar a sus casas de verano?

-Córdoba aún no tiene el protocolo aprobado. Con Turismo Responsable armamos un protocolo para los más de 200 propietarios de inmuebles en el Valle de Traslasierra y se lo presentamos al Comité Operativo de Emergencia (COE). Permite que la persona entre con una declaración jurada, aceptando todas las reglas de prevención -como sanitizamiento y distanciamiento social- y debe entrar, permanecer en aislamiento en su inmueble durante un mínimo de 14 días.

Incluso, tenemos un registro con los locales de delivery, para que puedan abastecerse durante la cuarentena. Hasta propusimos que cada familia designe a una persona de aquí como referente, en caso de que, por ejemplo, necesite salir a comprar un remedio durante el aislamiento.

En el caso de Nono, no tenemos ninguna noticia del protocolo y la perspectiva es nula. No tenemos respuesta.

- Si pudiera hablar con el presidente, Alberto Fernández, ¿qué le diría?

- Le diría que creo que, desde el principio se mintió mucho, porque tengo muy presente cuando el ministro de Salud, Ginés González García, decía que el virus no iba a llegar. La solución no era que la gente que venía de Europa no pudiera regresar al país, porque eran argentinos que querían volver. Ese era el momento de ser duro y de exigir una cuarentena obligatoria de 14 días, apenas la persona bajaba del avión, controlando realmente el aislamiento. En ese momento había muy pocos casos y la situación era manejable, con eso se evitaba que la gente entrara con una declaración jurada, que firmaba, pero que después circulaba libremente. Ese fue el primer gran error.

Al Presidente le diría que hay que tener coherencia, porque pasó de mencionar en una conferencia de prensa a Ginés González García como el comandante de la situación, a que el comandante desaparezca de escena. Hoy, los comandantes se fueron y nosotros estamos solos librando la batalla. (infobae.com)

 

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