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Villa de Merlo

El aislamiento social y el turismo que se viene

En el contexto de la pandemia por el COVID-19 se espera que a partir de la semana próxima se pueda habilitar el turismo interno a nivel provincial. ¿Cómo será la vida turística en estos tiempos?
viernes 03 de julio de 2020
Villa de Merlo
Se espera que el 8 de julio se habilite el turismo interno.
Se espera que el 8 de julio se habilite el turismo interno.

“Desde la secretaria de Gestión y calidad de productos turísticos tenemos diferentes grupos de trabajo en el cual nos estamos abocando para prepararnos para el momento que tengamos que largar”, anticipó a Infomerlo Santiago Trobo.

“Esperamos con muchísima expectativa a ver qué es lo que va a pasar el 8 de julio cuando definitivamente se abra el turismo entre La Pampa y la provincia de San Luis y obviamente el turismo interno de San Luis mismo.  Hoy día todos los complejos de cabañas o alojamientos deben permanecer cerrados hasta que el gobierno de la provincia así lo disponga”, aclaró el funcionario.

“El 8 empezamos a tener una posibilidad de empezar a trabajar y ver cómo se acomoda el mercado. Es muy poquita la demanda que vamos a tener, considerando que La Pampa tiene 365 mil habitantes, la provincia de San Luis tiene 450 mil. La demanda será poca para las casi dieciséis mil plazas que dispone Villa de Merlo”, expresó.

Trobo dijo que los primeros beneficiados serán los cabañeros ya que el turismo que viene tendrá que ser en principio con reserva previa y buscando espacios aireados, separados entre sí. “En este caso son ideales para la reapertura turística, de hecho grandes hoteleros o algunos hoteleros no están abriendo sus puertas porque se calcula de que va a ser más caro poner en funcionamiento los establecimientos hoteleros que la facturación en sí”, señaló.

“La reactivación viene lenta desde el lado del gobierno provincial y la provincia de La Pampa. Hasta el momento estamos teniendo poco pocas reservas, muchas consultas lo cual abre una expectativa. Todo esto es tan nuevo, tan diferente que no sabemos efectivamente cuál va a ser el resultado de la temporada. Nos estamos preparando de la mejor manera. Como si el 8 el turismo nacional largara”, destacó.

LAS RESTRICCIONES, EL DISTANCIAMIENTO Y EL TURISMO QUE VIENE

Comenzarán a funcionar diferentes oficinas verdes. La primera estará lista para el 8 de julio y se ubicará en el acceso al Mirador del Sol. Antes de cruzar el badén del arroyo El Molino. “Se llama así porque utilizan muy poco papel, la información va a venir a través de la aplicación que se está ofreciendo a los empresarios turísticos para que se anoten, que obviamente tiene un costo. Ahí trabajaran conjuntamente con tránsito y la policía”, dijo. El funcionario destacó que la circulación en el camino al Filo va a ser restringida y monitoreada.

Desde el protocolo se busca evitar la aglomeración de personas. El camino al Filo va a estar cerrado, desde provincia señalaron que solamente va a habilitar hasta el Mirador del Sol. El ingreso a la Reserva Florofaunísitca será pedestre, los autos no van a poder ingresar. Los artesanos de la reserva y del Mirador del Sol se están adaptando para tomar distancia entre sus puestos y respetar el distanciamiento.

“Las agencias de turismo subirán hacia el Mirador del Sol, con excursión los taxis y remises que sólo podrán subir con dos personas. Los autos particulares prácticamente tendrán el camino del Filo cerrado salvo que tengan una reserva previa en las tirolesas o en los parapentes como para poder hacer esta actividad”, explicó Trobo.

El funcionario dijo que algo parecido ocurrirá en el Algarrobo abuelo donde a la altura del Museo Lolma habrá un control y otro en el Algarrobo. Desde esos puestos se controlará la cantidad de personas en cada espacio. “Se va a frenar a los autos, se los va a invitar a descender para conocer el museo Lolma, Fermín arte de autor, los puestos de artesanías de zona y disfrutar del aire libre. Hasta esperar que este la disponibilidad de acceder al Algarrobo”, explicó Trobo.

Lo mismo ocurrirá en la Reserva del Viejo Molino donde está la iglesia, la Casa del bicentenario y la biblioteca, “habrá un protocolo donde existirán dos o tres controles como para poder monitorear y que no haya aglomeración de gente”.

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