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Más verde, menos gente

En plena cuarentena por el coronavirus, crece el interés de personas para mudarse a la Villa de Merlo

Crecen las consultas para cambiar de vida tras la pandemia y la Villa de Merlo es uno de los destinos en busca de mayor tranquilidad.
jueves 07 de mayo de 2020
Cambio de vida
Merlo es uno de los municipios en los que crece el interés de personas que buscan cambiar de vida tras la pandemia.
Merlo es uno de los municipios en los que crece el interés de personas que buscan cambiar de vida tras la pandemia.

Guillermo Castro se acuerda de marzo de 2002. Según cuenta, una disposición estatal de aquel momento habilitó a que los ahorros atrapados en el corralito se usaran para comprar un inmueble. Dice que ese año se dispararon las consultas a su inmobiliaria de la Villa de Merlo, esta localidad de San Luis de sierras verdes y buen clima (casi) garantizado. Que vendió muchas casas en ese pueblo en el que viven 30.000 personas y hay una cama turística cada dos habitantes. "Lo de ahora me hace acordar a ese momento: desde que empezó a circular el coronavirus nuestro país se triplicaron las consultas para comprar una casita acá. Hay gente pensando en mudarse, en vivir en un lugar más espacioso, con más verde y con menos concentración de gente", sostiene.

En Merlo, explica Castro al diario Clarín, una casa cómoda para cuatro personas -con ese "algo de verde" que en las grandes conglomeraciones es tanto más difícil de conseguir- ronda los 70.000 dólares. Y un terreno en el que empezar a construir cuesta entre 15.000 y 25.000 dólares.

TAMBIÉN HAY CONSULTAS EN TRASLASIERRA

En Nono, en la zona de Traslasierra, Córdoba, la casa y el verde para cuatro personas se consigue a partir de los 80.000 dólares, según detalla Mariano Ceballos Recalde, intendente de esa localidad en la que viven 4.000 personas y en la que, durante el verano, duermen 12.000.

"Desde hace tiempo que Nono viene creciendo, la gente consulta para venirse a vivir. Ahora mismo, con la infraestructura que tenemos, podrían instalarse de manera permanente 2.000 personas más. Estamos recibiendo consultas de gente que quiere venir a vivir, que dice con la pandemia se dio cuenta de que quiere cambiar de vida. Nosotros les advertimos que acá no es todo el año como en verano: en invierno hay semanas enteras de temperaturas de entre -5°C y -15°C y falta que lleguen de manera completa la fibra óptica y el gas natural", describe Ceballos.

(Fuente: Clarín//Redacción)

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