viernes 29 de marzo de 2024    | Cielo claro 19.2ºc | Merlo, San Luis

Memoria

Las verdaderas Veteranas de Guerra de Malvinas

El Ministerio de Defensa condecoró con Medallas al Valor y dio lugar a un postergado reconocimiento a las voluntarias que actuaron en la guerra de Malvinas. Instrumentistas y enfermeras del Ejército que estuvieron en el buque Irizar.
lunes 23 de abril de 2018
Voluntarias
Las jóvenes mujeres que acudieron a la guerra de Malvinas.
Las jóvenes mujeres que acudieron a la guerra de Malvinas.

Los nombres de Susana Mazza, Silvia Barrera, María Marta Lemme, Norma Navarro, María Cecilia Ricchieri y María Angélica Sendes, más los de Mariana Soneira, Marta Giménez, Graciela Gerónimo, Doris West, Olga Cáceres, Marcia Marchesotti, María Liliana Colino, Maureen Dolan, Silvia Storey y Cristina Cormack, se inscribieron así en la historia. Ayer infomerlo.com conversó con dos de ellas: Silvia Barrera y Norma Navarro.
 
A las seis primeras les dieron las Medallas al Valor, guardan diplomas y condecoraciones, vivencias todas estas que compartieron por haber conformado en junio de 1982, el grupo de seis voluntarias para el Hospital Militar Malvinas, de Puerto Argentino.
 
El 8 de junio de 1982, a las seis de la mañana, las seis mujeres vestidas con uniforme de combate, camuflado verde, se subieron a un avión de línea en el aeroparque Jorge Newbery en Buenos Aires para ir a Río Gallegos. Luego serían trasladadas hasta el puerto marítimo de "Punta Quilla" en un helicóptero Bell 212 del Ejército, y desde allí, en otro helicóptero sanitario SH-3 "Sea King", de la Armada, hasta el Buque Hospital ARA “Almirante Irízar” que navegaba en alta mar.
 
Las tropas argentinas habían desembarcado en las Islas Malvinas el 2 de abril de 1982 y encendieron el furor patriótico que duró dos meses. Interminables hileras de voluntarios se mostraron dispuestos a colaborar y también se abrió paso la solidaridad.

“Trabajaba desde hacía un año en el Hospital Militar de Buenos Aires, donde veinte chicas nos ofrecimos como voluntarias desde un primer momento. En mayo, y poco después del primer ataque inglés, preparamos los insumos para la emergencia. Seguíamos en Capital mientras la situación en las islas se agravaba. Un día nos comunicaron que partiríamos hacia el sur, y sólo quedamos cinco. Yo era joven, mis preocupaciones pasaban por pintarme, ir a bailar y cumplir con mi trabajo, pero por esa decisión de viajar terminé mi relación con mi novio de entonces”, recuerda Silvia Barrera.
 
–¿Se ofreció aun conociendo los riesgos?

–Mi papá era militar retirado, y en ese ámbito era natural. Soy de una generación que tiene incorporado en la cabeza que las Malvinas son argentinas, un patriotismo más afianzado que el de la juventud actual. Cuando se tiene un sueño y ese momento llega hay que participar. Yo soy instrumentista civil y entonces no había personal femenino en las Fuerzas Armadas, era un acontecimiento histórico y no quería quedar afuera.
 
Barrera se quedó a bordo del buque como todos los demás, a sólo 500 metros de la costa malvinense. El cuadro de situación había empeorado, y la orden fue terminante: había que quedarse en el puesto porque al haber tropas en retirada, serían más útiles arriba que en tierra. Desde la cubierta, vivió los combates aéreos sobre su cabeza y el fuego cruzado de tierra, porque el barco estaba fondeado en una bahía.
 
Los proyectiles trazaban el cielo como fuegos artificiales y una de esas noches, Barrera tomó un visor nocturno. Y también tomó conciencia. “Lo asimilamos porque fuimos conscientes de que teníamos que trabajar, preparar las salas y el instrumental. Con los años me encontré con artilleros que me dijeron que tenían miedo de tirar por estar el buque entre medio de ellos y de los ingleses; y además, porque sabían de las mujeres a bordo”.
 
El Irízar albergó a casi un millar de heridos de todo tipo. Tras los combates fuertes, muchos de ellos provenían directamente del campo de batalla para evitar toda demora. Las instrumentistas hacían su trabajo y también, de camilleras y enfermeras. Silvia Barrera asistió a diez heridos graves en el quirófano y un soldado murió por contusiones en el cerebro. La tarea era doblemente difícil porque el Irízar rolaba hasta los 45 grados por efecto de las olas, y en esas condiciones debían operar con precisión. “Cuando operábamos, apenas escuchábamos lo que pasaba afuera. Una noche, los ingleses pasaban con lanchas ligeras parapetándose en el buque, y fueron descubiertos. Se encendieron todas las luces, comenzó el tiroteo y no hicieron pie en tierra.”
 
–¿Cómo era el ambiente a bordo?


–De mucha actividad. En todos esos días en los que estuve a bordo no dormí, y eso les ocurrió, en general, a todas las chicas. No recuerdo cómo aguantábamos, pero nunca fui al camarote más que para bañarme. Hoy me cuesta todavía, duermo tres o cuatro horas por día. Hice cursos de estrés postraumático y jamás soñé con aquello. También me quedaron problemas en la cintura, posturales, por la tensión y el alerta.
 
La vuelta de Barrera no fue fácil: “Primero la rendición, que fue un momento tremendo. Llorábamos por la sorpresa, creíamos que íbamos a continuar peleando. Después llegar acá y ver que nadie le daba importancia a nada: nos habían escondido y hasta en el hospital ni sabían que habíamos viajado. Cuando nos reincorporamos éramos las profesionales más rápidas del quirófano, y eso significó un peligro para las demás colegas, así que nos fueron buscando para sacarnos del medio. Con el tiempo, pasé a ceremonial y protocolo, donde hoy soy feliz. Yo creo que es muy del argentino desconocer la experiencia y no aprender de los golpes. Durante los primeros diez años ni hablamos del tema Malvinas”.
 
LAS VETERANAS DE GUERRA SON:
 
1-Oficial Comisario, Marta Beatríz Jiménez – Transporte ARA “Canal de Beagle”.
 
2-Oficial Comisario, Graciela Gerónimo – Transporte ARA “Bahía San Blas”.
 
3-Cadete Esc. Nac. de Náutica, Mariana Soneira -Transporte ARA “Bahía San Blas”.
 
4-Oficial de Radio, Estela Carrión – B/M ELMA “Lago Traful”.
 
5-Cadete Esc. Nac. de Náutica, Noemí Marchesotti – B/M ELMA “Río Cincel”.
 
6-Cadete Esc. Nac. de Náutica, Olga Graciela Cáceres – B/M ELMA “Río Cincel”.
 
7-Enfermera, Doris West – B/M ELMA “Formosa”.
 
8-Enfermera, Perla Aguirre – B/M ELMA “Río de la Plata”.
 
9-Enfermera, Olga Elvira Grasso – B/M ELMA “Almirante Stewart”.
 
10-Enfermera, Nelly De Vera – B/M ELMA “Almirante Stewart”.
 
11- Enfermera, Savid Molina – B/M ELMA “Tierra del Fuego II”.
 
12- Instrumentista Quirúrgica, Susana Maza, Rompehielos ARA “Alte Irizar”.
 
13- Instrumentista Quirúrgica, Silvia Barrera, Rompehielos ARA “Alte Irizar”.
 
14- Instrumentista Quirúrgica, María Marta Lemme, Rompehielos ARA “Alte Irizar”.
 
15- Instrumentista Quirúrgica, Norma Navarro, Rompehielos ARA “Alte Irizar”.
 
16- Instrumentista Quirúrgica, María Cecilia Ricchieri Rompehielos ARA “Alte Irizar”
 
17- Instrumentista Quirúrgica, María Angélica Sendes, Rompehielos ARA “Alte Irizar”

Más noticias
Últimas noticias