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El Clan Puccio

"Maguila" Puccio se ocultaba en un paraje cercano a Villa de Merlo

El tercer hijo de Arquimedes Puccio, y condenado a 13 años de cárcel por uno de los secuestros, se movía con discreción entre Loma Verde y el paraje San Miguel, ubicados en la Ruta 1, pasando la localidad de Cortaderas.
lunes 16 de noviembre de 2015
"Maguila" Puccio se ocultaba en un paraje cercano a Villa de Merlo

Enigmático y escurridizo, Daniel "Maguila" Puccio logró evadir a la justicia por más de una década, hasta que su condena a 13 años de prisión expiró. Hoy, el tercero de los cinco hijos que tuvo Arquímedes Puccio, tiene 53 años  y es un hombre libre, pero su paradero sigue siendo un misterio. A lo largo de estos años muy poco se supo de él y reconstruir sus pasos se convirtió en una tarea casi imposible, aunque ahora se pudo confirmar que, entre 2005 y 2007, cuando todavía estaba prófugo, estuvo oculto en un paraje puntano y se dedicó a los caballos.

El nombre de Maguila se hizo conocido en 1985 cuando fue atrapado en una estación de servicio de Parque Avellaneda, donde su padre negociaba desde un teléfono público los 250 mil dólares que esperaban cobrar como rescate por Nélida Bollini de Prado, la única sobreviviente de los secuestros del clan Puccio. Pero para la policía y los investigadores de aquel entonces el apellido de la familia ya estaba bajo sospecha. Para Arquímedes Puccio, aquellos actos criminales no eran secuestros sino "apropiaciones", que justificó en su ancianidad con falaces y provocadores argumentos políticos, propios de un psicópata.

Una vez detenido, Maguila, estuvo en la cárcel dos años. Sin embargo, el tiempo y la demora en tratarse su causa le jugaron a favor. Por eso, en los primeros días de febrero de 1988, quedó en libertad, por el tiempo que había pasado sin recibir una condena. Se asegura, que unos años más tarde, envió una carta personal de perdón a la familia de la víctima, a través de los abogados de Bollini de Prado. 

La lentitud en el tratamiento de la causa llevó a que en 1998 se dicte sentencia en contra de Maguila Puccio y el resto de la banda. Lo condenaron a 13 años de prisión por el secuestro de la mujer que estuvo 32 días en cautiverio en la casona que los Puccio tenían en San Isidro. Conocida la sentencia, y a partir de ese momento, Maguila se hizo humo. Desapareció. Y nunca más se supo de él. Se cree que  estuvo en el exterior. Se mencionó insistentemente Brasil y también Nueva Zelanda. En la Argentina se dijo que Maguila se había refugiado "en un campo en San Luis". ¿Pero en qué lugar de esa provincia cuyana?

Según los datos que surgieron en las últimas semanas, y con el tema Puccio instalado en la sociedad a través de la película El Clan y la serie Historias de un Clan, Maguila fue ubicado entre 2005 y 2007 en el norte de San Luis, más precisamente en un paraje rural denominado Loma Verde, emplazado en inmediaciones de la ruta 1, entre la localidad de Cortaderas y el paraje San Miguel, a unos 22 kilómetros de la ciudad de Villa de Merlo. En esa época era un hombre de unos 40 años, ya que cuando fue apresado en la década delo 80 tenía tan solo 23 años.

Supuestamente, llegó hasta esa lugar por conocidos que tenían algún tipo de emprendimiento, se menciona una escuela de equitación, donde él desarrolló una tarea discreta, aunque solía vérselo merodeando establos.

La fuente que lo vincula en esa zona asegura que Maguila parecía tener conocimientos sólidos sobre la manera de montar caballos.  Loma Verde es hoy un paraje al que se accede por un angosto camino arenoso, de tupida vegetación nativa, con pocas viviendas. Hace ocho o diez años, el lugar era aun más despoblado y de difícil tránsito para llegar a los campos. Un sitio apropiado para pasar desapercibido por un tiempo, muy cerca de las sierras de los Comechingones. Otra fuente señaló que estuvo por un tiempo en la zona rural, aunque alejado de toda actividad social y sin acciones visibles en lo deportivo.

A Maguila se lo ubica como una persona que hace bastante años, antes de su condena de 1998, estuvo en la zona de Cortaderas y Villa Elena, donde habría adquirido terrenos para más tarde construir cabañas en el paraje San Miguel o cercano a ese sectr. Solo, sin mucha vida social, se dice que allí reside en la actualidad, o cada tanto se deja ver: ya no tiene que dar cuenta a la justicia por sus actos delictivos de la década del 80.

 Los crímenes del clan

 El 23 de agosto de 1985, la policía entró en la casa de la calle Martín y Omar 544, en San Isidro, y encontró a Nélida Bollini de Prado, dueña de una funeraria y madre de los dueños de una agencia de autos, encadenada y raquítica en el sótano, que había sido ambientado por los Puccio para ocultar a sus víctimas. Ese fue el final de una ola de secuestros cometido por el clan encabezado por Arquímides Puccio y del que, según la justicia, también participaron su esposa -aunque no fue condenada-, dos de sus cinco hijos y otros tres hombres: Rodolfo Franco, Guillermo Fernández Laborde y Roberto Díaz.

La primera víctima del clan fue Ricardo Manoukian de 23 años, un amigo de Alejandro Puccio. Fue secuestrado el 22 de julio de 1982 y asesinado nueve días más tarde pese a que su familia pagó un rescate de medio millón de dólares. El 5 de mayo de 1983, fue secuestrado Eduardo Aulet, un ingeniero industrial, por el que su familia pagó 150 mil dólares para liberarlo. Pero también fue asesinado. La tercera víctima fue un conocido de Arquímides, Emilio Naum, quien se resistió a ser capturado y recibió un disparo arriba de su auto.

 

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