En el Día del Periodista, un homenaje a la palabra escrita

Se puede decir sin dudar, que en Villa de Merlo hay libros inmensos que caben en la palma de una mano. Otros tan pesados y voluminosos que requieren de los brazos para alzarlos. Y están aquellos que por su antigüedad sus hojas son muy sensibles al tacto. Así son los “libros de ayer”, la muestra de ejemplares que se puede apreciar hasta esta tarde en la Casa del Poeta.

El viernes quedó inaugurada esta iniciativa que reúne material histórico de tres bibliotecas de Villa de Merlo y que dejan a la vista de público un material imperdible. Las palabras precisas del periodista y escritor, Mario Ceretti, dieron marco al sentido de la muestra.

Ceretti resumió en tres intervenciones la vigencia del libro y la palabra escrita. Dio lectura a un párrafo de “La Biblioteca de Babel”, una obra de Jorge Luis Borges, de 1944. “Quizá me engañen la vejez y el temor, pero sospecho que la especie humana - la única - está por extinguirse y que la Biblioteca perdurará: iluminada, solitaria, infinita, perfectamente inmóvil, armada de volúmenes preciosos, inútil, incorruptible, secreta”, decía Borges con respecto a las bibliotecas.

EL PUEBLO DONDE NACIO “ÉL”

Luego, Ceretti leyó un tramo de la obra de “él”. Con ese pronombre enfatizado Ceretti se refirió al poeta nacido en “un pueblo chiquito de Vaqueros”, Federico García Lorca, aquel poeta que tanto admiró Antonio Esteban Agüero. Ceretti trajo a la memoria de todos una breve alocución de  García Lorca de 1931, cuando se inauguró la primera biblioteca de su pueblo.

“No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social”.

Más adelante García Lorca decía: “Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?

¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor, amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras”.

Ceretti cerró su intervención con la lectura de un escrito propio, donde resaltó que la Asociación Cultural Antonio Esteban Agüero, en el Día del Periodista, ha pretendido reafirmar en esa fecha del 7 de junio, “la importante coincidencia que tienen el libro y el periodismo, particularmente este último como formador de opinión”.

“Hay libros viejos que no han perdido su esencia, legado de grandes autores que ya no están, libros nuevos, discutidos o aceptados masivamente. Y periodista que, de todos los ángulos del conocimiento, pretenden, casi todos de buena fe, trasmitir su mensaje. En cada uno de nosotros reside el poder de decisión”, agregó Ceretti en su intervención.

"Escuchemos a aquellos periodistas que, con su trayectoria limpia y sin renunciamientos, nos garanticen una visión real y sin concesiones del mundo en el que estamos viviendo", cerró diciendo Ceretti.

Luego, los integrantes de la comisión entregaron presentes a los periodistas, un homenaje íntimo y sentido, cargado de simbolismo: la entrega a los trabajadores de prensa de un libro histórico en la Casa del Poeta. En la casa de “él”.