Luis Ocampo, un merlino por elección junto al "Negro" Ferreyra

En plena gira con El Negro Ferreyra, ¿cómo estás viviendo este momento?

Hola, muy bien, contento, desde junio a la fecha, solo uno o dos fines de semana sin salir de gira, disfrutando los viajes, conociendo muchos lugares del país, gente nueva y aprovechando por cada escenario que pasamos para aprender más sobre el oficio....

¿Cómo llegas a trabajar con él?

Ya habíamos tenido contacto mucho antes de talento argentino (lo que lo despegó a nivel nacional) me habían llamado para que los acompañe unas fechas que tenían, pero en ese momento me encontraba de gira x el sur con GRAN MARTELL, cuando volví había entrado a trabajar un baterista amigo y no me pareció oportuno insistir porque ya estaba este amigo trabajando, así que quedamos en contacto a la espera de otra oportunidad.-

Repasemos un poco tu carrera como músico, ¿cuándo y cómo te diste cuenta que eso era lo tuyo?

Viene de familia, mi viejo José Luis era guitarrista de folklore y mi abuelo Ignacio presentador, locutor de peñas, festivales, y a los siete años me anoté en un ballet folklórico que hacían malambos de bombos, 10 tipos tocando el bombo y haciendo piruetas y eso me mató (risas), ahí me mandé con todo y estuve hasta los 23 años bailando en diferentes ballets apuntándole siempre a los malambos, como a los 15  o 16 años me picó la batería y entre varios amigos compramos una, que nos la quitaron por falta de pago (risas), pero le pudimos sacar el jugo durante 8 meses tocando arriba de los cassette de rock nacional que grabábamos de las radios… al mismo tiempo también acompañaba a mi viejo en los grupos que él tenía.

Fuiste pasando por varios géneros musicales como el folclore y el rock… ¿contame cómo se dio esa amplitud musical que mantenes hasta hoy?

Al folklore siempre estuve ligado por lo q te contaba, el rock lo descubrí en la secundaria, empecé a descubrir nuevos géneros musicales a partir de que me echaron de "mi" banda de amigos por tocar mal… (risas) y se me vino como un planteo si quería ser solo el de la banda o poder tocar donde y con quien sea, y ahí no me quedó otra que ponerme a estudiar... (risas) le saqué el lado positivo a la situación... y después tener el "si" fácil... me enganchaba en cualquier proyecto musical q se me cruzaba aunque no tuviera ni idea de lo que hacían y así pase por grupos de heavy, rock, blues, bossa nova, fusión y fui aprendiendo un poco de cada uno...

¿Te sentís más cómodo en algún género en especial?

Mmm, en varios,  pero tengo más claro cuáles son los que no me gusta tocar.. (risas)

Cabe destacar que has trabajado y lo seguís haciendo con muchas bandas y artistas reconocidos, hagamos un repaso por algunos de ellos? Y contame como viviste cada experiencia?

Si, por suerte y por estar dedicado y decidido, he trabajado como músico y como road manager (el que se encarga de todo lo que pasa en el escenario en una gira) como músico trabajé con Rinaldo Rafanelli, Alejandro Medina, Sergio Dawi, Ricardo Tapia, Juan Acosta, Sebastián Peyceré, Duende Garnica, Jorge Semino, y otros... también con Jorge Araujo y Edelmiro Molinari con quienes tengo una amistad muy grande más allá de la música, más familiar, tal vez sean los más conocidos a nivel nacional, pero quien también me abrió muchísimo la cabeza musicalmente, es un gran amigo y guitarrista con el cual siempre me embarqué en sus proyectos sin saber qué, pero que algo bueno iba a salir y es CESAR FURER, de Merlo, el cual también tiene una gran trayectoria, dentro de la fusión y el jazz.. Como Road Manager trabajé junto a GRAN MARTELL y RICHARD COLEMAN, de todos aprendí cosas buenas y malas.. pero los innumerables viajes junto a Tito Fargo y Jorge Araujo son los que más me han formado como profesional.

Hoy sos un gran baterista que logró claramente tener su propio estilo, algo que cuesta muchísimo y que todo músico sueña tener…

Gracias, de adentro uno tal vez no se da cuenta porque siempre estas apuntando las naves a las debilidades, pero si le pones pasión, las cosas naturalmente se dan, a veces nos olvidamos del romanticismo de algunas cosas, y eso tiene que ver con los sueños.. cumplir metas.. buscar los deseos de uno artísticamente hablando.

Por otro lado… ¿contame cómo llegaste a Merlo? ¿Y por qué Merlo?

Mi abuela Fermina es oriunda de Cortaderas, y desde chico venia de vacaciones hasta que un día estaba en mi casa en Punta Alta (Bs As) y me llama mi viejo que se venía para acá y si me quería venir, así que en tres horas armé un bolso, hice una despedida rápida con amigos, la llamé a una novia que tenía para decirle chau, me subí al auto y salimos para acá, eso fue en octubre del 93` y me quedé instalado acá, después me fui dos años a baires, otros tantos por Brasil junto a mi primo, un tiempo corto en San Luis capital, pero siempre volvía a Merlo, o Cortaderas...

¿Y a abrir el único local de venta de instrumentos musicales de la zona?

Fue un poco por necesidad propia porque en Merlo no tenia donde comprar cosas para la batería... arranque con una mochila vendiéndole a los amigos hasta que armé el primer local, de a poco... me hubiese ido mejor tal vez poniendo una casa de artesanías, pero lo mío es la música y todos sus derivados.. si no pasan clientes, al menos me pongo un rato con la guitarra... otro con el teclado.. otro con la batería.. (risas)

¿Y muy pronto se viene el libro? ¿Qué nos podes adelantar?

Es un proyecto que está casi terminado, siempre quiero sumar más cosas, pero básicamente tiene que ver con una forma de ver la batería en el folklore actual, algo que también surgió por necesidad al no encontrar material disponible, y después de muchas charlas y estudiar con Jorge Araujo que me acomodaba todas las ideas. Me animé a escribir lo que me pasaba musicalmente con algunos ritmos tradicionales, ya hice algunas clínicas que me han invitado a debatir del tema, es otra de las necesidades artísticas que van surgiendo al ir en búsqueda de situaciones musicales-.

Ya promediando el año… ¿un balance de este 2011?

un año donde estuve en muchos trabajos importantes, los cuales llegan en el momento justo, antes tal vez no hubiese estado preparado, terminando el año con más de 65 shows trabajados en todo el país... un párrafo aparte es para mi familia, nació mi hija Fermina, y son los que me están bancando incondicionalmente en todo este trabajo.

Para cerrar, ¿cuáles son los proyectos 2012?

Si no se termina el mundo como dicen, poder grabar, tocar, y seguir creciendo como músico y artista y disfrutar un poco más de la familia.

(Por Marshula Santa Eulalia, periodista)