Llega Kameleba y todo el reggae a la Villa de Merlo

En tiempos en que tanto se habla del fin del mundo, cambios de era y revoluciones espirituales, Kameleba sale a doblar la apuesta: cada día podría ser el último, y eso es suficiente para convertir este instante en algo mágico, esencial e irrepetible. Dar siempre lo mejor, con o sin visiones apocalípticas. Es uno de los ejes de Tiempos de Tribulación, el futuro cuarto disco de la banda de reggae de San Luis, en la que Darío Alturria, rasta y economista, es voz, alma y letra. Como garantía del éxito de su enfoque, están los caminos que abrieron en todo el país durante once años sin salir de Villa Mercedes.

¿Cómo será el nuevo disco?

Entramos a grabar a partir del 3 de enero con Eduardo Bergallo. Una alegría. Tendrá una parte con la receta Kameleba, y otra para arriesgar, más atrevida, con canciones con distinta intención e intensidad, no tocando siempre todos. Profundizamos el “reggae hip hop”. Es un disco muy musical en el que se nota el oficio. Hay baladas, cuerdas y cosas despojadas para volver a nuestro ADN.

¿Y desde lo conceptual?

La Tribulación está desde la época que vino Cristo, desde siempre hubo salvadores e iluminados… La historia sigue bajo dominio imperial y cambian las eras. La biblia dice: “Nadie va a saber el día ni la hora”, y todos debemos estar preparados y hacer lo mejor hoy. Pero hay facilistas que no quieren encarar la realidad tal cual es, y dicen “Vamos a la peña que se acaba el mundo”. Nosotros buscamos generar un éxodo a otra dimensión. Abrir un camino paralelo, un nuevo espacio existencial, una nueva red de contención a-institucional de confianza. Cada uno, en lo suyo. Otros quieren que se acabe la historia para que no se les acabe su mundo y agoten la ganancia. Quizás llegará el tiempo de las cosas esenciales, y entre un billete y una manzana, se quedarán con lo verdadero: la manzana. Somos reticentes a los cambios, necesitamos las crisis, pensamos más en revolución que en evolución.

Hay quien cree en la política...

Con la política siento abandono. Me pasó con el tema de la Ganja (marihuana). En una época de consumo masivo, en que todo está en venta sin receta ni prospecto, basta prender la tele para que se te meta el “Reduce Fat Fast”, pero no la contraindicación. Es una estafa multimedia de “Babylon”. En todas las vidrieras vas a ver culos, tetas, autos, y es difícil resistir. No es que sean malos, pero yo sé lo que quiero consumir. Sentí que habíamos conseguido el respeto de la gente, la Presidenta decía que estaba todo bien, pero el gendarme me demostró que la realidad es otra. Hice una canción que dice: ‘Desamparadas las almas entre el hampa y el Estado’.

El reggae argentino abrió muchas puertas por el continente, ¿cómo es su situación en ese aspecto?

El rock argentino es muy importante en el mundo de habla hispana gracias a Soda, Los Cadillacs... Tomaron géneros foráneos y los convirtieron en una expresión latinoamericana. Nosotros aún no pudimos dar ese paso, pero yo agradezco el camino que abrieron desde el reggae Nonpalidece, Dread Mar I, Resistencia o Los Cafres. Ellos hicieron la huella sobre los yuyos, y gracias a eso ahora podemos ir por un camino. (fuente:Clarín)