Entre diciembre de 2021 y febrero de 2023, Santiago Gabriel Ochoa se dedicó, entre otras acciones delictivas, a robar motocicletas del depósito policial de Cañada Larga, ubicado sobre el ingreso al camino de las Altas Cumbres, dependiente de la Comisaría de Mina Clavero.

En total fueron 13 hechos por los que llegó a sentarse en la silla de los acusados. Ochoa hurtó cinco motocicletas de ese depósito; otras las robó en Mina Clavero, Nono y Arroyo de Los Patos, y continuó su raid delictivo en viviendas de esa zona.

Por esos episodios delictivos, fue investigado, imputado y juzgado.

Este viernes, el vocal de Cámara, Raúl Castro, titular de la sala unipersonal N° 1, lo condenó a 5 años de prisión por los delitos de "robo calificado por efracción y ánimo de lucro reiterado", "violación de domicilio y hurto simple agravado por ánimo de lucro reiterado", "hurto simple agravado por el ánimo de lucro", luego de un juicio abreviado labrado por el fiscal de Cámara, Sergio Cuello y el asesor letrado, Joaquín Contreras.

El modus operandi, del nuevamente condenado, para apropiarse de las motocicletas era ingresar por la parte trasera del depósito policial, ubicado en el kilómetro 3 de la ruta provincial E34, junto al puesto de la Caminera, aprovechando que una parte de la tela metálica que delimitaba el perímetro estaba rota.

Fuentes de la investigación señalaron a La Otra Mirada, que Ochoa perpetró los robos en horas de la noche, valiéndose de la oscuridad del lugar, y la poca vigilancia de ese sector en particular.

En los alrededores del depósito de Cañada Larga, se encontraba la propiedad donde vivían los padres del ladrón de motocicletas, circunstancias que también aprovechaba el delincuente.

Según pudo constatar la minuciosa y precisa instrucción llevada a cabo por la fiscal de Villa Cura Brochero, Analía Gallaratto, junto a la Brigada de Investigaciones de la departamental San Alberto, Ochoa (32), oriundo de Mina Clavero, luego de apoderarse de las unidades las vendía en parajes rurales de la provincia de La Rioja. A sus estafados le argumentaba que las unidades eran adquiridas en remates judiciales por eso carecían de documentación.

El pasado delictivo de Ochoa, se retrotrae al 2012, cuando fue condenado a 3 años y 6 meses de prisión por delitos de violación de domicilio, encubrimiento, robo agravado y delitos contra la propiedad, recuperando la libertad en 2015.

Esta causa, en una primera instancia, estaba atada a la imputación de tres efectivos policiales de la Departamental, un Comisario Inspector, y dos agentes de menor rango, que prestaban servicios en el destacamento de Cañada Larga, pero por un acuerdo entre el fiscal de Cámara y la Cámara del Crimen de los tribunales de Villa Dolores se decidió desdoblar el proceso judicial y hacerlo independientemente del caso Santiago Gabriel Ochoa.

Los policías están imputados por "incumplimiento de deberes de funcionario público", y el juicio se realizará con posteridad al que concluyó este viernes es horas de la tarde.

(Fuente: La Otra Mirada)