En una tensa audiencia de formulación de cargos, la fiscalía, ejercida por la Fiscal de Instrucción Provisoria, Débora Antonella Roy Gitto junto con la Fiscal Adjunta Provisoria, Sandra Aguirre hizo conocer este martes los hechos que se le imputan a Marco Raffaelli, sospechado de ser uno de los autores del violento robo perpetrado a un matrimonio de jubilados, en la localidad de Los Molles. La audiencia dirigida por el juez Jorge Pinto requirió de su intervención en varias oportunidades, ya que el acusado interrumpía el relato de la fiscal actuante. Además, el juez Pinto tuvo que resolver los planteos de la defensa, que cuestionaron algunas resoluciones del magistrado como también la forma en que actuaba la fiscalía.

Del relato de la fiscal se deduce que el esclarecimiento del hecho y la detención de Raffaelli surgió a través de un teléfono celular que pertenecía a una de las víctimas, una mujer de 65 años que padece cáncer. Por esa enfermedad, una de las hijas había implantado en el celular un rastreador para tener conocimiento en tiempo real de la ubicación de su madre. Ese celular fue uno de los elementos robados el sábado a la noche. Junto con ese celular dos más y un neceser para cosméticos donde había 150.000 mil pesos guardados. Los ladrones también se llevaron 500 dólares y el DNI del hombre, un ejemplar color celeste de los que ya no se usan. Esos elementos terminaron por ser como huellas digitales para los investigadores.

Con el rastreador activado y los datos aportados por la familia de la víctima sobre la localización del teléfono celular, la policía llegó el domingo a la mañana al domicilio del sospechoso, una vivienda ubicada en el barrio 131 viviendas de Villa de Merlo. En ese momento, la pareja de Rafaelli se había subido a una camioneta Hilux y el sospechoso corrió a cerrar uno de los dos portones que tiene el inmueble para impedir el paso de las autoridades. La fiscal ordenó reducirlo y esposarlo. Más tarde fue trasladado al interior de la casa, mientras se hacía la requisa con presencia de dos testigos.

Durante el allanamiento, en la parrilla, escondido como en parante, la policía halló el neceser robado en Los Molles. Adentro, el celular sustraído a la mujer, junto con dos aparatos más; el DNI celeste y la copia de las llaves del auto de las víctimas, que los delincuentes también se habían llevado. No hallaron armas, aunque al momento del asalto el matrimonio dijo que fueron reducidos a punta de pistola y hasta hubo un disparo adentro de la casa, que dio en una silla de madera. En su accionar, los maleantes también usaron una linterna de poderoso alcance para encandilar a las víctimas, que fueron sorprendidas en el quincho mientras preparaban una pizza.

“¿Qué tal estaba el pollito que te comiste el otro día?”, les dijo uno de los delincuentes a las victimas durante el robo, para marcar que conocían sus movimientos.

En la requisa, la policía secuestró otros elementos vinculados a la causa, y registró las dos camionetas Hilux, una blanca y otra gris, de Raffaelli, que hoy manifestó tener como ocupación ser "alambrador" y dedicarse "a los desmontes". Su último trabajo dijo que fue en Colonia Argentina, Ruta 28, en la zona de Carpintería.

La fiscalía estimó que la etapa de investigación de la causa será de 120 días y caratuló la causa como “robo calificado por el uso de arma de fuego y privación ilegítima de la libertad”. Según la investigación, el matrimonio asaltado fue obligado a tirarse boca abajo. Les ataron los pies con cintos y con cintas las manos. Después, los taparon con una sábana para obstaculizar la visión, mientras los delincuentes a los gritos pedían plata. 

La defensa del imputado, ejercida por los abogados, Guillermo Gatica y Carolina Caballera escucharon las evidencias y la hipótesis de cómo se desarrollaron los hechos. Al momento de la palabra dijeron que el acusado se iba a abstener de declarar y solicitaron ocho días de prórroga, establecidos en la Constitución Provincial, para conocer la causa y refutar los cargos de la fiscalía. El juez Pinto resolvió otorgar ese plazo de ocho días y ordenó que el acusado sea trasladado hacia la Alcaidia de Concarán donde seguirá detenido.