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Aventura

¿Cómo fue la travesía por las sierras entre Merlo y Unquillo?

Los detalles entre caminos no convencionales y en bicicleta.
domingo 05 de enero de 2020
Paisaje
La inmensidad de las sierras atravesada en bicicleta por dos merlinos.
La inmensidad de las sierras atravesada en bicicleta por dos merlinos.

“Había que terminar el año con alguna aventura. El viaje a Chile para intentar el cruce internacional de aguas negras en bicicleta se había frustrado dada la situación política del país transandino. Así es que debíamos buscar alguna otra alternativa más cercana a nuestros pagos. Hace tiempo ya aprendimos que la aventura puede estar a la vuelta de nuestras casas. Fieles a nuestra filosofía de conquistar lo inútil partimos aquella mañana, Gabrielito Zeni y Pedro Strelin, en nuestras bicicletas cargadas hasta los dientes de cosas que en su mayoría no utilizaríamos pero que hay que llevar por las dudas”, explicó Pedro sobre su reciente travesía por las sierras entre Villa de Merlo y Unquillo.

SIN CARPA

“Decidimos no llevar carpa para ahorrarnos el peso, así es que estábamos obligados a buscar refugio por las noches, ya sea en algún puesto o de ultima al amparo de un alero natural de piedra. Elegimos el itinerario de viajar en bicicleta uniendo a la Villa de Merlo con la ciudad de Córdoba transitando por caminos no convencionales. Huellas, senderos, caminos de montaña que nos adentraran en el corazón del cordón central con su hermosa sierra de Comechingones, sierras Grandes y Pampa de Achala. Conocimos gente maravillosa cuyo estilo de vida se desarrolla fuera de los carriles normales, ajeno al sistema por el cual tantas veces nos sentimos oprimidos y bastardeados”, agregó Strelin.

EL TRAYECTO

“Salimos de Merlo por el camino al filo y cruzamos hasta Lutti donde a través de una huella nos dirigimos al norte pasando por Pinar de los Ríos, el Durazno hasta Yacanto de Calamuchita. Al día siguiente trepamos nuevamente hacia las alturas hasta llegar al puesto de tres arboles, muy cercano al cerro lindero y al Champaqui. Desde allí, siempre al norte, pasando por numerosos puestos centenarios y tras varios días de pedalear, caminar, trepar y cargar la bici, desembocamos al Camino de las Altas Cumbres muy cerca del Cóndor. Allí nos separamos, Gabriel volvía a Merlo por la ruta normal y yo continuaba viaje hacia mis antiguos pagos de Unquillo en Córdoba. Bajé por el antiguo camino de las Altas Cumbres pasando por Copina, Icho Cruz, Cabalango, Tanti, Cosquin, siempre buscando alternativas de caminos de tierra hasta que al fin llegué a Unquillo cruzando por el camino del Pan de Azucar. Llegaba tarde al cumpleaños de mi madre que el día anterior festejó los 86 años”.

 

 

 

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