sábado 11 de mayo de 2024    | Nubes 8.1ºc | Merlo, San Luis

Batalla ganada

Abril Zappia Napolic: “Recién estoy empezando a vivir”

La joven merlina tuvo un linfoma de Hodking. Realizó un extenso tratamiento durante dos años. Hoy con 18 años y completamente sana, está llena de proyectos y de sueños por cumplir. Te invitamos a recorrer esta emocionante historia.
martes 13 de agosto de 2019
Abril Zappia Napolic
La joven que venció al cáncer.
La joven que venció al cáncer.

El linfoma de Hodking es un cáncer de una parte del sistema inmunitario llamado sistema linfático. El primer signo de la enfermedad de Hodgkin es un ganglio linfático de gran tamaño. Abril comenzó su tratamiento en mayo 2017. Desde entonces no se rindió hasta que finalmente, hace unas semanas el PET CT, (estudio que permite la observación celular anormal en todo el organismo), dio negativo.  

*El 17 de julio (2019) fue el día en el que el PET CT dio negativo. ¿Cómo te sentiste después de tanto tiempo, de tantas cosas por las que pasaste?

No me lo olvido más. Segundos antes no podía ni pensar, estaba temblando muchísimo. ¿Y los días previos? Fueron como en las películas que al personaje se le cruzan todos los momentos de su vida y sabe que algo que va a revolucionar todo va a pasar. Juro que era así, entre el miedo, el estrés y la ansiedad… Y por supuesto, imaginarme todo lo que iría a sentir si diera bien. Pero eso lo pensé los dos años enteros del tratamiento. Es un momento que imaginé muchísimas veces y hasta lloré de felicidad intentando pensar en el sentimiento que tendría. Y la verdad, cuando sucedió, no fue como ninguna de todas las veces que lo imaginé. Fue muchísimo menos dramático. El mundo no paró para que celebrara. Pero celebré tanto, miré a mí alrededor y no lo podía creer. Claramente no podía entender lo que había sucedido. “¿Y ahora? ¿Cómo seguimos?” le pregunté a mi hematólogo. “Hacé vida normal ahora”, dijo. No entendía nada. Y ese día a la tarde nos volvíamos para casa, a Merlo. Fue sentada en Retiro cuando la miré a mi mamá y entendí que esto había sucedido realmente. Y lloré de felicidad.

*¿Cómo es la Abril de hoy en comparación a la que eras antes del tratamiento?

Cambié completamente desde 2017 hasta ahora. Estos dos años mi vida cambió mil veces y, por lo tanto, mi mirada del mundo, de mí misma, de todo lo que me rodea. El tratamiento aún me deja secuelas físicas y emocionales crónicas, mi familia y yo sufrimos demasiado, pero también aprendí demasiadas cosas. Desde amarme a mí misma, escuchar mi cuerpo, y conocer el amor de verdad, recíproco en las personas cercanas a mí (cosa que se llevó a otras personas), hasta cosas pequeñas que por suerte gozamos en nuestra vida cotidiana.

Hoy día puedo decir que volví a mi vida cotidiana, completamente diferente a lo que era en 2017. Y cada cosita la siento tan pero tan importante, que logro disfrutar cada una. En estos dos años tuve momentos de no poder comer. Sentir muchos dolores. No sentir sabores. No poder caminar. Sufrir mucho dolor de cabeza. De panza… etc. Y ahora, poder hacer mi vida sin todo eso me recuerda lo feliz que puedo ser ahora. Al comer, al dormir, al caminar. Y todo eso es muy válido e importante en mi vida.

*En los momentos más difíciles, ¿dónde encontrabas la motivación y la fortaleza para seguir adelante?

En todos esos momentos difíciles me aferré a muchas cosas. Definitivamente a las personas que me aman, mi mamá, mis hermanas, mis amigos, mi novio. También me aferré a pensar muchísimo en lo que iría a ser mi vida después de pasar por todo. Qué iba a hacer, qué ideas tenía para mi futuro y demás. Escribía todo en mis cuadernos. También todo lo que iba sintiendo y aprendiendo. Tengo un montón de cuadernos. Hoy día sigo escribiendo sin parar.

El arte y la música me ayudaron mucho también. Pasé internaciones enteras pintando en mis cuadernos. Practicando, aprendiendo cosas por internet, armando poemas y demás. Espero algún día poder publicar el libro de todo esto. En 2018 llevaba el ukelele a todas mis internaciones. Canté con muchos compañeros y compañeras de habitación, enseñé a muchos niños y niñas a tocar. Las horas pasaban de manera más lindas. También cantábamos y tocábamos con voluntarios y payamédicos.

Adquirí diferentes instrumentos durante el tratamiento que también me ayudaron a seguir adelante. La fundación Make a Wish me regaló un violonchelo. Justo antes de tenerlo estaba en la internación del autotrasplante, y todos los días cuando me sentía mal, pensaba en tocar el violonchelo. Esas cosas, por más que no te den la salud por la que estás luchando, de verdad que te hacen el día, la vida, todo.

Algo que curiosamente también me ayudó fue compartir mi experiencia. Escribo todo en mi Instagram (@abril_tonchi) y en un blog (elblogdelatonchi.wordpress.com) eso me ayudó muchísimo, más que nada porque recibí el apoyo de mucha gente que me leía y siempre me desea lo mejor. Eso llena el corazón.

Saber lo que querés, apuntar a un objetivo y meterle determinación fue lo que me salvó y me salva la vida.

*En Merlo se hicieron varios eventos para ayudar un poco con los gastos del tratamiento. En esos momentos la gente aprovechaba para hacerte llegar mensajitos de fuerza o palabras de afecto. ¿Cómo sentías toda esa energía de la gente?

Entre ese apoyo que fui recibiendo, el más inmenso fue de parte de mi pueblo. Todos los eventos nos ponían la piel de gallina, con mi mamá estábamos lejos de casa y Merlo desde su solidaridad nos demostraba que nadie nos había dejado de recordar, que todos sabían de nosotras y por supuesto, estaban con nosotras. En el último, crearon un vídeo en el que incluso se veía toda la gente, todas las bandas, y cuando habían escuchado un audio que envié para todos. Hubo un aplauso de aproximadamente tres minutos. Lloré tanto. Pero tanto. Aún me acuerdo y me emociono.

*¿Cómo sigue tu vida ahora, y qué proyectos tenés para el futuro?

Ahora estoy viviendo en Córdoba, pero llevo a Merlo conmigo siempre. Estuve todo el tratamiento esperando llegar acá. Estoy llena de felicidad de por fin haber llegado. Aún estoy rehabilitándome de todo lo sucedido, tanto física como emocionalmente, pero estoy llena de proyectos.

Estoy estudiando un curso de diseño gráfico, marketing digital y atención al cliente, también estoy buscando trabajo como diseñadora para poder empezar particular. Además me estoy preparando para la carrera que voy a empezar en el 2020: Licenciatura en Composición Musical. También tengo muchas ganas de meterle pilas a mis redes sociales, mi blog y a mi canal de YouTube (abril tonchi) porque es algo que me gusta, y hay muchas cosas importantes para decir, como concientizar con el tema de donación de médula ósea.

*¿Un mensaje que le quieras dejar a personas que estén pasando situaciones similares a la que te tocó a vos?

A todos y todas aquellas que me leen, quiero pedirles que por favor si gozan de buena salud: sean donantes. Es tan fácil como ir a donar sangre y llenar un formulario. Te llaman si tienen algún paciente que necesite, pero puede pasar toda tu vida y que nunca te llamen. Si tenés que donar, es solo un día de tu vida. Con dos pinchecitos literalmente salvás una vida.

A las personas que estén pasando por algo como esto, sepan que son mucho más fuertes de lo que saben. Es fea la forma en la que uno lo averigua, pero es algo que nunca se va de vos. Aprovechá cada momento duro para aprender todo lo que puedas. De vos, de la gente que amas, de la vida, de lo que te gusta, intentá sacarle provecho bueno a todo esto malo que sucede. Y más que nada, nunca pierdas el norte.

Más noticias
Últimas noticias