En Villa de Merlo, la vieja política se coló en la campaña electoral

La campaña electoral en Villa de Merlo entró en modo noche. Como en el billar, los desbordes se juegan a tres bandas en los sectores de los tres principales frentes electorales. En todos los casos, las redes sociales dejaron expuestos el lado más grotesco de la política lugareña y la torpeza de acciones individuales, cuyas consecuencias salpican a los candidatos.

Una discusión destemplada en la sede del peronismo de Villa de Merlo se propagó en video. Una dirigente política del PJ decidió por su cuenta iniciar la inscripción de personas a planes sociales, a pesar que desde el gobierno provincial se aclaró que no estaba abierta la inscripción para nuevos beneficiarios. La convocatoria derivó en la intervención obligada de las autoridades municipales para frenar esa acción engañosa. El intercambio de palabras y reproches fue filmado como si se tratara de una pre-producción cinematográfica para ser presentada en un festival. Los videos se viralizaron y derivaron en un mala película de terror político.

Un concejal montó una escena que creyó simpática, pero resultó un agravio a la inteligencia del electorado. En la puerta de su casa se sacó una foto con carteles en contra de los candidatos de San Luis Unido y con un arma de juguete. Posó como para una película de Rambo. La foto fue compartida y se viralizó. Una ofensa. Si se trató de una humorada política fue de mal gusto. No califica ni para Rambito y Rambón. Es poco entendible que un dirigente político con experiencia, dos veces concejal, ex presidente del concejo deliberante y ex funcionario se comporte de manera tan infantil.

Un dirigente, dos veces exintendente, se sintió ofendido por publicaciones en redes sociales, posteos y memes. En vez de recurrir a la justicia, y teniendo en su tradicional grupo familiar la posibilidad de accionar en ese sentido, decidió actuar por su cuenta con el integrante de otro tradicional grupo familiar al que señala como responsable de esos mensajes agraviantes. Hay también aquí comportamientos individuales torpes e incompresibles en personas que tienen larga trayectoria política. Una mala versión merlina de Capuletos y Montescos. Los cruces de acusaciones de ambos lados enlodaron la campaña. 

Habrá que ver si los líderes locales son capaces de discutir en serio los no pocos problemas estructurales que tiene Villa de Merlo, o sus espacios políticos terminan arrastrados al pantano que los llevan acciones individuales.