Crece la tensión en el peronismo, a un día del Congreso

A menos de 24 horas del Congreso Partidario que sentará las bases de la estrategia política que adoptará el Partido Justicialista de San Luis para las elecciones provinciales de este año, la sede ubicada en la calle Héroes de Malvinas fue el escenario del pico de tensión en la grieta entre los hermanos Adolfo y Alberto Rodríguez Saá. La disputa política es tal, que se discute la superficie que debe usar cada uno el viernes.

La agitada jornada comenzó con una reunión encabezada por el presidente del Consejo Provincial del PJ, Adolfo, junto a espacios políticos como el MID, Movipro, Mercedinos por el Cambio, Sanluiseños por el Cambio, y Trabajo y Equidad. Ahí quedó conformado el frente “Juntos por la Gente”, que impulsará la candidatura a gobernador del actual senador nacional.

No sólo estaban el ex presidente y los dirigentes de los partidos que lo acompañarán en su postulación sino también un nutrido grupo de militantes. Todavía con ellos dentro de la sede, comenzaron a llegar los simpatizantes “Albertistas” para una actividad que no había sido muy difundida: el gobernador Alberto Rodríguez Saá y la mayoría de sus funcionarios (todos dirigentes del PJ) concurrieron al local para corroborar que estaba todo en condiciones de cara al Congreso Partidario que se realizará el viernes.

El mandatario provincial y sus seguidores llegaron acompañados por la Secretaria Electoral Nacional, Sonia Randazzo, que fue a garantizar la situación. La funcionaria certificó que el local está en condiciones para el acto político.

Mientras Alberto recorría las instalaciones de la sede – y Adolfo estaba ahí – se dieron varias situaciones de tirantez: se cortó la luz, tiraron gas pimienta y hubo algunos forcejeos menores.

El gobernador afirmó haber sido alcanzado por el gas pimienta y se fue a consultar a una médica (la doctora María José Zanglá) las posibles consecuencias que tendría. Luego explicó que la profesional de la salud le recomendó cambiarse de ropa pero que evitara por el momento el contacto con el agua.

Cuando Alberto se fue de la sede, Adolfo se asomó para algarabía de sus militantes, que lo ovacionaron y entonaron la marcha peronista. Como tanto los “albertistas” como los “adolfistas” estaban dentro del partido, el senador nacional pidió a sus seguidores que se retiraran para evitar disturbios. Él mismo salió de la sede.

En ese ínterin, dirigentes “albertistas” aseguraron que los habían dejado encerrados: “Cerraron la puerta con llave, no dejan que nadie entre ni que nadie salga”, aseguró el diputado provincial Luis Martínez a SanLuis24.

Mientras crecía la tensión, llegó Alberto y quiso ingresar: tuvo que insistir para que le facilitaran la llave porque quien ejercía las funciones de portero se negaba a abrirle. Pasados unos minutos, finalmente abrieron la puerta y el mandatario entró.

Allí pronunció un breve discurso, en el que recomendó a quienes fueron alcanzados por el gas pimienta que se mudaran de ropa y aseguró la realización del Congreso del viernes. Además, evitó criticar a su hermano y a los “adolfistas”, aunque dejó en claro que buscará armar un frente en el que se integren todos los que tengan como “límite” al Presidente Mauricio Macri. También pidió no responder a “las provocaciones” y “las agresiones” del otro sector del PJ.

Al finalizar su exposición, solicitó que se cuidaran las instalaciones del inmueble y adelantó que este jueves concurrirán otra vez a la sede, para prepararla de cara al Congreso. Y se retiró con sus militantes y dirigentes.

Apenas unos minutos después, regresó Adolfo, también acompañado por varios seguidores. En la puerta de la sede acusó al sector “albertista” de agresión: “La violencia de los de Compromiso Federal y los del PUL es inaceptable. Es inaceptable la violencia contra los compañeros peronistas”, remarcó.

Y denunció: “Nos rompieron la puerta y la ventana de la sede; usaron la violencia; Perón nos enseñó que la fuerza es el poder de las bestias. Nosotros vamos a defender al peronismo”.

Sobre el final, anunció que este jueves “probablemente a las 18.00” va a encabezar la colocación de una imagen del Cristo de la Quebrada “en el despacho de la presidencia, para que nos bendiga a todos nosotros”. Luego volvió a ingresar a la sede: “Vamos a entrar a nuestra casa”, dijo al finalizar la tensa jornada. (sanluis24.com.ar / redacción)