Sesión escandalosa: un bloque de concejales activo y el otro casi callado

El bloque de concejales de Avanzar y Cambiemos aprovechó ayer el casi silencio de los ediles del justicialismo y apabulló con alocuciones a la bancada oficialista. Ocurrió durante la sesión extraordinaria en la que se trataron proyectos ligados a la crisis financiera del municipio. El inicio fue caliente. Y el final más ardiente aún. Los concejales de la oposición reclamaron desde el minuto uno respuestas a su pedido de informe relacionado con la economía municipal. La concejal Ana Orlando pidió ser “serios” mientras que el concejal Juan Álvarez Pinto se preguntó “¿qué hicieron con la plata?”.

El concejal del Frente Justicialista Gastón Fonseca confrontó con la oposición y detalló que de los 18 puntos exigidos por Avanzar y Cambiemos en su pedido de informe varios de ellos tenían respuesta en la documentación existente en el Concejo Deliberante. Y mencionó uno por uno esos ítems. Álvarez Pinto insistió en que Villa de Merlo padecía “una crisis sin igual desde 1983”. Le respondió el concejal Jorge Donda quien resistió ese argumento y le reprochó la gestión 1999 – 2003, cuando era intendente Jorge Álvarez, padre del actual edil. Donde dijo que en el 2001 se paga a los empleados con cheques de 50 pesos que se canjeaban en un supermercado. Y aseguró que en ese tiempo no le “fiaban ni un tornillo” a la municipalidad. Álvarez Pinto enardeció por esas afirmaciones políticas, que lo laceraban en lo familiar, y le recriminó a Donda la forma en la cual cobra su dieta mediante cheque. Fueron palabras duras en lo partidario y en lo personal. Nada que aporte una solución a la situación municipal.

Después de ese comienzo de reproches políticos, se abordaron proyectos como el pago de una entrada al parque presidente Perón, iniciativa atacada por la oposición a través de sus cinco concejales. Gabriela Mancilla, Matías Herrera, Juan Álvarez Pinto, Leo Rodríguez y Ana Orlando se turnaron para fundamentar el voto en contra y poner en una situación política muy incómoda al oficialismo. A pesar que azuzaron al justicialismo para que responda, el bloque oficialista prefirió el silencio y no confrontar. Se votó el proyecto y se aprobó por mayoría.

Más tarde llegó el proyecto de congelamiento de vacantes y salarios que hizo caer la sesión. Nuevamente, los ediles de Avanzar y Cambiemos argumentaron en contra de esa iniciativa. Reprocharon al peronismo que avalen esa iniciativa y apabullaron con palabras. El oficialismo optó por no responder. Tampoco se habilitó para que hablen los delegados gremiales, como se propuso desde Avanzar y Cambiemos. Fue la gota que colmó el vaso. La oposición se retiró del recinto y los representantes del gremio enardecieron.

Para la oposición todo fue ganancia política. Si bien es cierto que no tienen la responsabilidad de gobernar y que con pedidos de informes nada de soluciona, esa información es un punto de apoyo para tener un diagnóstico. Si no se explica desde el Ejecutivo Municipal en detalle las cifras que llevaron a la crisis cualquier monto puede ser cierto. Y se empiezan a revolear cifrar millonarias en los discursos como si fueran ciertas.

Al margen de la escandalosa sesión de ayer, queda flotando en el aire la sensación que nadie tiene ideas novedosas para gobernar a Villa de Merlo. La ciudad sigue creciendo en lo demográfico en porcentajes que llevarán a la ciudad a tener más de 30.000 habitantes en pocos años. Mientras eso ocurre el 50% de los contribuyentes no paga las tasas municipales. De ese universo, hay un montón de vivos con propiedades millonarias que creen que vivir en Merlo es gratis. De eso nadie dice nada. Ni la dirigencia política ni la gremial. Como si no cumplir con las obligaciones no fuera grave.

Deben estar atentos el conjunto de los dirigentes. Juegan con fuego. Y pueden quemarse todos.