El Valle del Sol tuvo su broche de oro con La Callejera y Los Alonsitos

Muchos vecinos y turistas se acercaron al Balneario Municipal para apoyar el evento que debió reducirse a dos únicas veladas, con una grilla modificada por la crisis financiera municipal. No obstante y pese al frío la gente dio el presente y fue predispuesta a pasar una gran velada y defender la fiesta merlina.

En esta edición se recuperó el mítico escenario Antonio Esteban Agüero. Estuvo revestido con tules blancos y sus grandes dimensiones fueron nuevamente el espacio para el desfile de los diferentes artistas y grupos de danza.

El lunes feriado de carnaval, la fiesta arrancó pocos minutos después de las 21. El primer artista en presentarse fue Matías Park, joven cantautor de Villa Mercedes (ganador de la categoría solista vocal del pre festival). La nueva promesa de la música puntana comenzó con una reversión de “Zamba para olvidar”, de Daniel Toro para luego dar lugar a sus temas propios de su disco solista. Park supo mantener al público atento a su show y se despidió con “Soñador sin ley”, la canción que le dio nombre a su álbum.

Más tarde se presentó Cactus, grupo de Carpintería que fueron ganadores del pre festival el año pasado y encantaron con su música del altiplano. Tras su paso por el escenario, fue el momento de la apertura y minutos después se realizó la presentación del Ballet Danzar la Vida quienes develaron algunos misterios de Piedra Blanca.

Los primeros bailarines de la noche aparecieron cuando Las voces de Merlo pisaron el escenario Antonio Esteban Agüero. Como es costumbre junto a sus cuerdas cantaron a Merlo y sus historias. Se despidieron del público con el “Caminito del norte” de Los Indios Tacunau.

SOL DE ORO

Este año se decidió dar dos Sol de oro, el galardón que se entrega cada año pasa destacar la labor de agrupaciones o instituciones que se destacaron en cada periodo.

Una de las estatuillas fue para el grupo de mujeres autoconvocadas que en enero durante la plena crisis municipal, salieron por las calles a recolectar los residuos por amor a la Villa de Merlo. La segunda estatuilla se la llevó la Secretaría General de la Gobernación de la provincia de San Luis por su trabajo en el año del centenario del poeta Agüero.

LA FIESTA CONTINUA

Tras repetirse el homenaje a la provincia de San Luis al igual que la primera noche del festival, fue el turno del Ballet Tinkuy que resaltó desde la danza, la historia de la guitarra y a los históricos luthier de la provincia. Lo que continuó fue la fiesta al ritmo de Coquena. Como en cada oportunidad, fue una de las presentaciones más destacadas.

Luego volvió la danza con el experimentado ballet Grito de mi Tierra que presentó su número “Pájaro negro” para telonear a Los Alonsitos. A la 1 subieron los correntinos para ofrecer un show a pura música litoraleña. Brindaron un repaso por sus 33 años de carrera y contagiaron alegría en cada rincón del predio. Afirmaron que tienen una unión muy especial por Merlo, lugar que conocen desde hace muchos años. Su primer show lo realizaron cuando solo tenían 13 años, fue en el Club San Martín.

Promediando la velada subió al escenario el Ballet Newen para contar la leyenda de Juana Koslay. Luego vino el número de cierre. A las 2:30 los integrantes de La Callejera ofrecieron una hora de show con lo mejor de la música cuyana y un pequeño recorrido por los diferentes ritmos folclóricos del país. El grupo que tiene 15 años de trayectoria se prepara para el lanzamiento de su nuevo material discográfico que verá la luz en abril de este año. Culminaron su presentación a las 3:30 tras poner a todos a bailar arriba y abajo del escenario.