En Villa de Merlo Antonio Grimau contó cómo es ser Sandro

SU AMOR POR LAS SIERRAS MERLINAS

Grimau llegó a la Villa de Merlo a través de su hija Luciana que hace unos 13 años vive en la ciudad. Desde entonces cada año trata de realizar una escapada para visitarla a ella y a sus cuatro nietas. “Nunca antes había estado por aquí. Descubrí un lugar maravilloso. Por supuesto que como tanta otra gente me enamoré de Merlo y ahora tengo la necesidad de llegarme aquí para las fiestas o para algún evento importante”, contó el actor a Infomerlo. “Lo paso muy bien, me sienta muy bien el clima. El paisaje es maravilloso. Los lugares. La gente. Todo es muy placentero”, señaló.

GRAN AÑO

Antonio cierra un año de mucho trabajo. “Fue un año muy grato pero muy ajetreado porque tuve que hacer televisión y teatro. Fue realmente muy duro y un desafío enorme en los dos casos”, expresó.

SANDRO DE AMERICA

En marzo se estrena por la pantalla de Telefe una miniserie de 13 capítulos dirigida por el destacado Adrián Caetano. “Tuve la suerte y el honor de ser convocado para hacer la última etapa de la vida de Roberto Sánchez. Fue un regalo enorme de la profesión”, dijo Antonio quien fue un gran admirador del artista desde su adolescencia.  

Aceptó el trabajo con temor porque “es una figura inalcanzable”. “Representarla se hace muy difícil. La gente tiene una visión muy precisa de su perfil. Me tranquilizaron las primeras conversaciones con el director porque me dijo que no quería un símil, ni un imitador; quería un actor de mis características que tiene un perfil parecido y que dé la interpretación de Sandro. Acercarnos a la sensibilidad y al espíritu del personaje más que a la figura física. Eso me dio una gran tranquilidad. Me parece muy acertada su postura. Creo que hubiera sido un despropósito intentar una imitación burda e imposible de alcanzar”, consideró.

En la miniserie tuvo que hacer play back, “hubiera sido descabellado intentar cantar como Sandro. Tengo estudios de canto y he hecho comedias musicales pero intentar parecérmele sería una tarea ingrata y burda”.

Caetano cuido mucho la estética, la recreación de época y convocó a un numeroso elenco de grandes actores en pequeños roles, que aceptaron por el respeto y reconocimiento que se le tiene al artista. “Tiene el nivel de cualquier película muy bien hecha, que es lo que acostumbra Caetano. Hay material como para terminar haciendo una película tranquilamente. Fue un gran despliegue de producción. Hay mucho interés en Argentina y en el exterior. La figura de Sandro interesa a nivel internacional”, dijo Grimau.

Para representar al cantante Antonio contó que vio muchos videos de Sandro, “para tener el perfil de su manera. Su decir”. También leyó el libro de su viuda, Olga Garaventa a quien conoció en una de las grabaciones en el Gran Rex. “Vino a visitarnos y tuvo la gentileza de decirme que cuando se enteró que yo me hacía cargo del personaje, se quedó muy tranquila. Fue un voto de confianza muy importante, igual que el de las nenas”, aseguró. “Fue muy importante contar con esa confianza porque ni siquiera en el último día de grabación estaba muy seguro de lo que estaba haciendo. Me puse muy en las manos de Caetano y grabé en un estado de gracia. Es muy raro ponerte la bata que es el símil de la que el uso, el anillo en el dedo meñique que es la réplica y le pedí a la producción que me lo regale como recuerdo. Admirar tanto a un artista. Profundizar en su personalidad y darse cuenta que es mucho más grande como persona, de lo que uno superficialmente puede conocer de él como cantante. Era un tipo que tenía lecturas importantísimas en su haber, de una espiritualidad muy profunda y una riqueza enorme de persona. Todo eso lo descubrí a través de la investigación para poder acercarme al personaje y fue muy interesante y rico en experiencia”, destacó. “Si uno está atento en estas experiencias siempre hay algo que te ayuda a crecer como persona y como actor. Esto fue un desafío muy particular así que muy agradecido al 2017”, agregó.

TELEVISION Y TEATRO EN SIMULTÁNEO

Además de encarnar a Sandro, Grimau estuvo haciendo “El avaro”. “Simultáneamente a la miniserie empezaron los ensayos de “El avaro”, un clásico de Molière que también tenía ganas de enfrentar. Esta vez la dirección fue de Corina Fiorillo, una gran directora con quien también deseaba trabajar”, dijo.

“Fue un año fantástico desde el punto de vista laboral porque fueron dos compromisos jorobados, hubiera preferido enfrentarlos cada uno por su lado y no simultáneamente porque fue una exigencia muy grande. La miniserie la grabe en dos meses. Las grabaciones eran de 8 a 18, después todavía quedaba un ensayo de 4 o 5 horas o la función. Las pase duras. Merlo es un remanso”, afirmó.

TEMPORADA 2018

Si bien no esperaba hacer nada durante el verano e incluso había posibilidad de permanecer más tiempo en Merlo con la familia, Dany Mañas director y productor de Filomena Marturano, le propuso llevar la obra a Mar del Plata.

Es una obra que el actor ya venía realizando junto a Claudia Lapacó. “Llevarla a Mar del Plata era ideal porque es una obra para toda la familia con un encanto muy tierno. Era una lástima que nos quedara en el tintero”, dijo a Infomerlo. Desde el 5 de enero estarán en el Teatro Provincial de jueves a domingo.

Antonio Grimau también anticipó a este medio que en junio 2018 realizará “Hamlet” con la dirección de Patricio Orozco. “Estoy convocado para ser el rey Claudio, Leonor Benedetto está convocada para ser la reina”, contó con alegría. Además, Grimau adelantó que uno de sus anhelos es compartir escenario con su hija Luciana. Un proyecto que vienen conversando y que puede derivar en que interpreten una comedia. La obra puede ser del autor Bernard Shaw. Quizás, prontito se pueda conocer la actuación en conjunto de Antonio Grimau y Luciana Grimau.