Los chicos de una escuela rural de Santa Rosa escalaron hasta el Salto del Tabaquillo

La aventura se realizó el miércoles pasado. El grupo de 11 chicos y 5 adultos subió hasta el Salto del Tabaquillo ubicado en la reserva florofaunística de Rincón del Este.

VALIENTE LUZ

Lo más sorprendente fue que en el grupo estaba Luz, una nena con síndrome de down, “el día anterior se había cansado con solo caminar veinte minutos. Los papás se la querían llevar porque tenían miedo. Pensaban que no iba a llegar, pero con la ayuda de todos sus compañeros llegó y disfrutó de esa hermosa aventura”, afirmaron a Infomerlo los guías de Cerro Blanco.  

EXPERIENCIA MARAVILLOSA

Los chicos son alumnos de la Escuela nº 320 Dr. Nicolás Avellaneda, que está ubicada a las afueras de Santa Rosa. Tienen un nivel socioeconómico muy bajo. Solo conocían el balneario de su pueblo.

“La experiencia fue maravillosa, poder llevarlos fue increíble. Fue poner en práctica todo lo que venimos trabajando con ellos dentro del aula durante estos dos años. Hubo que remar mucho para lograr el objetivo. Esto se consiguió con la ayuda de los papás, con la confianza que depositaron en mí y con ayuda de los docentes que me acompañaron”, contó a Infomerlo la profesora Gabriela Lescano.

Para la experiencia también ayudó el intendente de Santa Rosa, la Secretaria de Turismo de Merlo que les prestó el camping para su campamento y los encargados del camping. “Quiero destacar por sobre todo el trabajo de German y Pamela de Cerro Blanco son unos capos totales porque teníamos mucho miedo. Los chicos no conocían, nosotros sabíamos que era un camino difícil y con ellos fuimos sin problemas”, expresó.

“Tenemos una alumna con síndrome de down, sus papás también tenían miedo y cierta resistencia a que Luz pueda subir y la verdad es que verlos a los chicos guiados por Luz que a su vez estaba guiada por German durante todo el camino tanto en la subida como en la bajada. Verlos ayudándose y respetando cada uno sus tiempos, fue maravilloso”, dijo la docente.

Es la primera vez que desde la escuela se realiza una actividad como esta. “Es una escuela que no sale mucho de los límites de la propia escuela y de los límites de Santa Rosa. Esto era una gran responsabilidad para todos. Para mí como responsable del proyecto, para mi director y supervisora que me apoyaron. Para mis compañeros que aceptaron acompañarme y para los padres que dejaron bajo mi guarda a sus hijos”, remarcó.

“Fue una experiencia bárbara absolutamente recomendada. Para los chicos fue un aprendizaje inmenso poder poner en práctica todos los valores que estuvimos trabajando durante 5to y 6to grado. Es un grupo en el que costó mucho la integración, cumplir con normas de convivencia. Estos egresados no pudieron haber tenido mejor cierre”, finalizó emocionada.