viernes 29 de marzo de 2024    | Cielo claro 18.9ºc | Merlo, San Luis

Fallo

Crimen de una beba en Villa de Merlo: absolvieron a la madre, condenaron al padre

Ocurrió en septiembre de 2014. Dionisia Panozo Sejas fue encontrada inocente del crimen de su niña de 8 meses. Su pareja, Pastor Avendaño, fue condenado a perpetua. La Justicia tomó en cuenta la situación de violencia de género que sufría la mujer.
viernes 23 de junio de 2017
En libertad
La intervención de la secretaria de la mujer determinante en la libertad de una joven boliviana.
La intervención de la secretaria de la mujer determinante en la libertad de una joven boliviana.

Una historia que casi llevó tres años llegó a su fin en la tarde del jueves en el Juzgado del Crimen de Concarán. Dionisia Panozo Cejas, de 21 años, fue absuelta del crimen de su hija Maite, de 8 meses, que murió asfixiada el 28 de septiembre de 2014. Mientras el padre, Pastor Avendaño, fue condenado a reclusión perpetua.

Las últimas audiencias se llevaron a cabo el pasado jueves y ayer por la mañana. El argumento principal de la defensa de la mujer fue que esta sufría una grave situación de violencia de género, y que sus condiciones intelectuales y culturales no le permitieron reaccionar ante lo ocurrido. “La mujer contaba con escasos recursos intelectuales y culturales al momento del hecho, además de una marcada sumisión al hombre”, indicó una fuente judicial.

DE BOLIVIA A MERLO

La joven había viajado desde Bolivia a Merlo para vivir con Avendaño. “Se trata de una persona muy humilde, con dificultad para hilvanar frases e incluso leer. Tenía una carencia de recursos materiales y culturalmente entendía que su rol era servir al hombre. Ella comentó que su pareja la quería `para limpiar y hacerle la comida` y que la había traído de Bolivia tan sólo para eso”, indicó la fuente.

Dionisia, de nacionalidad boliviana al igual que Avendaño, contó todo lo ocurrido a horas de la muerte de la beba, aquel 28 de septiembre de 2014. Luego de comer, ella se fue al baño y dejó a la beba con su pareja. Cuando volvió, no respiraba. Trató de reanimarla, pero no tuvo éxito. La autopsia determinó que tenía marcas de dientes en la parte interior de sus labios, lo que indica que la asfixiaron, probablemente, tapándole la nariz y la boca.

Con un cuchillo de cocina que usaron para cavar, se dirigieron a Carpintería, donde en un baldío, la enterraron. Avendaño luego inventó la historia de tres secuestradores a la salida de un supermercado en Merlo para justificar la desaparición de la niña a sus familiares, teoría que fue desbaratada por los investigadores. La policía logró hacer confesar a la mujer, que contó cada detalle de lo ocurrido. El hombre, desde ese entonces y hasta su sentencia de hoy, nunca habló.

Por dos años la madre aguardó su juicio en el Servicio Penitenciario de la provincia. En ese tiempo no recibió la visita de ningún familiar. La secretaria de estado de la Mujer decidió intervenir y además de brindarle asesoramiento legal gratuito, solicitó su excarcelación para aguardar su juicio en libertad, algo que finalmente ocurrió el pasado 17 de diciembre. Y ayer su libertad quedó firme. 

(redaccion / el diario de la república)

Más noticias
Últimas noticias