Los alumnos que construyeron la municipalidad de Villa de Merlo y el colegio San Francisco

Jóvenes adolescentes, entre 14 y 16 años de edad, tuvieron una decidida participación en la historia edilicia de Villa de Merlo, junto a sus docentes y maestros. Ocurrió a partir de 1950, cuando se incorporan a la vida educativa  a través de las denominadas “Escuela Misión Monotécnica Nº 48”.  Esta modalidad educacional había sido creada en la primera presidencia de Juan Domingo Perón.

En 1947 se firma el decreto para dar forma a los “establecimientos educacionales para capacitación de artesanía rural”, con la denominación común de “Misión Monotécnica y de Extensión Cultural”.  Se trataba de escuelas de oficios transitorias que se establecían en poblaciones alejadas. Su estadía era  por dos años, que podían extenderse por otros dos. El plan de estudio y especialidades incluía: “idioma nacional, historia argentina, geografía física y economía regional, instrucción cívica, elementos de economía política y social y asuntos que se refieran a problemas argentinos”.

Los alumnos para poder incorporarse a estas escuelas nacionales itinerantes debían tener 14 años de edad como mínimo y el cuarto grado aprobado de la primaria. Además del plan de estudio de las clases teóricas, los alumnos podían aprender un oficio y eran cuatro las modalidades: construcción, tornería, plomería y carpintería. Si las faltas a las clases eran menores a cinco por mes, cada estudiante recibía una beca mensual de 25 pesos moneda nacional. Además, se brindaba el desayuno, el almuerzo y el uniforme.

EN VILLA DE MERLO

En Merlo se estableció en la década del 50 la “Misión Monotécnica Nº 48”. Con el establecimiento de esta modalidad educativa, muchos jóvenes de la localidad y pueblos vecinos tuvieron la oportunidad de incorporarse a la educación media formal y aprender un oficio. Según relata en su reseña histórica, Verónica Tassara -un trabajo que elaboró en 1992-, una de las primeras labores que tuvieron los alumnos de  la Monotécnica en Merlo fue trabajar en la fábrica de tejas, colaborar con el arreglo de la plaza Sobremonte y después de cada lluvia reparar las calles de tierra.

Luego, el vecino de apellido Benicasa limpia un predio de una superficie aproximada de “un cuarto de manzana ubicado en las calles Perón, entre Poeta Agüero y Cnel. Mercau”, y lo dona a la Misión Monotécnica para las clases prácticas. En poco tiempo esos jóvenes bajo la instrucción de maestros y profesores ponen manos a la obra para levantar los muros del edificio Escuela San Francisco de Asis y también trabajan para construir la vivienda de Aristides Bratti, que fue director de la Monotécnica al dejar ese cargo en 1952, el docente Ravanelli. Tiempo después, los alumnos levantaron las paredes de otra casa: la de la familia Moyano.

Por la importancia que tenía la Monotécnica en la localidad y el impacto favorable en la formación de los jóvenes, se solicita a Nación una prórroga de dos años de la escuela. Y luego otra más, que son concedidas por el gobierno Nacional.

CONSTRUCCION DEL EDIFICIO MUNICIPAL

En la última prórroga aceptada, alumnos y maestros encaran la construcción del edificio municipal. La provincia de San Luis aporta los recursos y los integrantes de la Escuela Monotécnica la mano de obra. “Hasta ese momento la municipalidad funcionaba en un galón con techo de zinc”, señala Verónica Tassara. Autoridades provinciales y municipales encabezaron el acto de inauguración entre ellos, el entonces gobernador Alberto Domeniconi, acompañado por Antonio Esteban Agüero, que era ministro y el intendente, Alberto Olivera.

La ceremonia concretada en marzo de 1960 reunió a los vecinos de Villa de Merlo que se concentraron en la esquina donde está actualmente el Palacio Municipal. Desde el primer piso se tomó la fotografía que muestra a los merlinos reunidos en la plaza y las calles. Habían llegado en automóviles, pero también a caballo y en sulkys, que aparcaron en la vereda sur de la calle Videla.

Finalizada la obra del municipio, se pretendía que la Monotécnica construyera el edificio del Correo pero no fue habilitada una nueva prórroga y la escuela comenzó a instruir alumnos en La Paz y luego en Cortaderas. Sin embargo, el plantel de la institución continúa viviendo en Villa de Merlo y se trasladaban a diario a las localidades vecinas. Los pilares fundaciones de aquella intervención de la Monotécnica Nº 48 en Merlo quedaron plasmado en obras. Y su recuerdo en una placa ubicada en la fachada del edificio municipal, iniciativa que llegó al concejo deliberante a través de la concejala Julia “Burita” Flores por pedido de Verónica Tassara.

Fuente y fotos: Trabajo de investigación de Verónica Tassara / Redacción infomerlo / Agradecemos su aporte escrito y oral.