La historia de una fotógrafa merlina por el mundo

Ailen tiene 26 años y recorre el mundo desde los 21. Nació en Benito Juárez (Buenos Aires). En el 2000 se mudó a Villa Mercedes. Una vez instalada en la provincia de San Luis, comenzó a veranear en Merlo junto a su familia. En 2008 deciden instalarse en la villa turística. “Merlo representa algo muy raro en mi vida. No fueron las mejores circunstancias las que llevaron a mi familia a mudarse allá y quizás tuve algunos momentos en los que no me encontré. Pero a la vez tengo a mis grandes amigos y a la distancia extraño muchísimo las sierras, los arroyos y los atardeceres”, expresó a Infomerlo.

PASION POR LA FOTOGRAFIA

Su primer encuentro con la fotografía se dio gracias a su hermana, Natacha Guevara. Ailen en 2012 trabajaba en el casino. Un día decidió seguir su sueño y viajar por el mundo. Fue entonces que renunció y fue a visitar a Natacha a República Dominicana (donde vivía en ese tiempo). “Ahíme encuentro con un grupo enorme de fotógrafos y cineastas que andaban viajando por el mundo. Mi curiosidad fue tan grande que agarré una cámara, empecé a jugar y sin darme cuenta estaba aprendiendo la profesión que me hace viajar y disfrutar la vida de una manera única”, afirma. Pese a que realizó un curso formal de fotografía, lo mejor de lo aprendido se lo debe a sus amigos que le enseñaron diferentes trucos. También a la experiencia de equivocarse y de intentar otra vez.

En ese entonces estuvo cuatro meses con su hermana y luego regresó a la Argentina, “al poco tiempo no aguante más y me fui otra vez”, cuenta. “Esta vez me fui ya con planes de no volver por varios años. Arranqué por Colombia con la idea de armar algo allá pero no se dio”, cuenta. Colombia fue un comienzo difícil para la joven. El fracaso del primer intento sumado a las dificultades económicas fueron momentos complicados de transitar. La situación sirvió también de impulso para salir adelante. Se mudó a México con trabajo y allí se encontró nuevamente con su hermana. “Estuve casi un año trabajando allá, equilibrándome emocional y económicamente; pero el síndrome de viajero nunca se apaga asique tuve que agarrar mi mochila otra vez e irme de viaje”, dice. “De México me fui a Francia, quería conocer Europa. Duré dos meses nada más. Duró poco el sueño”, bromea. Durante su estadía en Europa le llega la oportunidad de trabajar con una empresa de Punta Cana, “creo que necesité un segundo para pensarlo nada más y cuando me di cuenta ya estaba subida al avión”. “Aunque a veces uno se bajonea porque las cosas no salen como se quiere, cuando pasa el tiempo te das cuenta de que fuiste afortunada.Al final terminas encontrando algo mejor de lo que pensaste que querías”, afirma.

AVENTURA EN LA ISLA

La empresa la recibió en la isla y trabajó allí durante casi dos años. El trabajo fue dentro de los hoteles all inclusive (tipo de turismo donde la gente tiene todo lo que necesita dentro del mismo hotel). “Hacia sesiones de fotos profesionales a las familias, parejas, quinceañeras, mujeres solas, entre otras. También bodas. Es muy común que la gente elija Punta Cana para casarse”, comenta. Un trabajo intenso en un paraíso, “a veces lograr esa foto perfecta de una familia no es tan fácil como puede parecer. Trabajar con la gente tiene su parte difícil y agotadora también”. Hace poco tiempo Ailen decidió renunciar a ese trabajo para iniciar una nueva etapa en la isla. “Me gusta poder conectarme con la gente a través de la cámara y lograr captar algo real.He descubierto que la cámara, puede llegar a ser la llave que abre el vínculo con las personas... másallá de la cultura, religión, sexo o cualquier cosa que nos haga creer que somos diferentes”, sostiene.

Su pasión creció y se enfoca principalmente en el tipo de fotografía documental. Algo que por el momento realiza para despejarse, con el fin de que en algún momento se convierta en su fuente de trabajo. Sus fotos en hoteles pueden verse en http://ailenegu7.wixsite.com/ailenegurrola. Ailen se siente muy agradecida con su madre, quien la visita al menos una vez al año cuando ella no puede viajar a Merlo. “Mi mamá al igual que mi papá siempre me han dado su apoyo en mis decisiones, aún si no estaban 100% de acuerdo. Eso es muy importante cuando estas lejos, te da una fortaleza extra. Asique aprovecho este momento para agradecerle a toda mi familia por su apoyo y amor incondicional”, cerró.

Foto de tapa: gentileza de GGGPHOTO

Fotos de galería: AilenEgurrola