Polémica con el Supervielle: "es un derecho cobrar por ventanilla"

La decisión administrativa del banco Supervielle para que los jubilados cobren sus haberes por cajero automático y no a través de ventanilla ha generado discordia y malestar en la clase pasiva local. Desde el Anses se ratificó que es un derecho que tiene el jubilado de cobrar como le sea más sencillo: o por cajero automático o por ventanilla con la atención de un empleado.

Ese derecho quedó expresado con total claridad cuando visitó Villa de Merlo, el Gerente Ejecutivo de la ANSES, Emilio Basavilvaso. Durante la charla que se dio en el Centro de Jubilados Nacionales, uno de los funcionarios que acompañaba la comitiva nacional explicó a los jubilados que estaban presentes el derecho a cobrar sus haberes por “cajero automático o por cajero humano”.

El gerente del ANSES local, Servando Etchepare, explicó que en junio se reunió con el gerente del banco Supervielle, Fabio Ochoa, para pedir máxima colaboración con la entidad. “Hay mucha gente que tiene imposibilidad de manejar una tarjeta o un cajero automático y se requiere en esos casos la asistencia inmediata de empleados”, dijo.

Desde la Anses se fomenta el uso de la tarjeta porque le trae muchos beneficios a los afiliados, “pero el jubilado, como cualquier trabajador, puede retirar el dinero por ventanilla si así lo desea”, se precisó. Es más, la página web de la Anses (www.anses.gob.ar) aclara en un apartado sobre el cobro de jubilaciones: “Cada beneficiario puede elegir si quiere retirar sus haberes a través de los cajeros automáticos o por ventanilla, retirando todo el haber de una vez o mediante extracciones parciales”.

Durante la mañana de este martes, infomerlo se acercó hasta la sucursal del banco Supervillie y obtener la palabra oficial de cómo es la situación del cobro de los jubilados. El responsable local se excusó de dar precisiones y no está autorizado aunque se comprometió que el área correspondiente lo hará.

Desde el ANSES de enfatizó que hay mucha gente que por diferentes circunstancias y dificultades cobrar los haberes por caja y que se debe asegurar ese cobro como es debido. Por ejemplo, hay jubilados con problemas en su visión o con mayor grado de limitaciones en entender una máquina. Por eso, se pide a las entidades que pongan más empleados y que hagan “docencia” para enseñar cómo acceder al cobro a través de la tecnología.

Además, la atención a la clase pasiva requiere de un trato especial. Para muchas personas hacer un trámite en un cajero automático no representa ningún problema pero para otras es un momento de estrés.

¿POR QUÉ NO SE ANIMAN?

Tanto bancos, Pami y Anses han hecho esfuerzos para acercar a los jubilados al uso de, al menos, el cajero automático. Para muchos, no han sido suficientes. “Deberían haber generado una especie de bingo con premios para aprender esto, alguna promoción masiva”, apunta Ricardo Iaucub, doctor en psicología y especialista en tercera edad. Él cree que no usan al cajero por miedo.

En ese punto coincide Juan Manuel Lucero, especialista en nuevas tecnologías. “Les da desconfianza, es un proceso invisible que hace que se tenga o no se tenga el dinero en la mano... les da pavor; piensan que al no verlo y al no haber humanos, nadie se hace responsable”, agrega.

Pero hay algo más. “La ida al banco es una excusa mensual para entablar contacto con el otro. No es una resistencia a las nuevas tecnologías, sino que se resisten a frivolizar ese contacto que les permite, al menos una vez al mes, modificar su rutina”, evalúa Sol Rodríguez, ex coordinadora general del Espacio Illia de la Caja de Jubilaciones.

“Si los bancos se dieran cuenta de que el viejo prioriza la humanización del servicio, deberían humanizar el cajero, que haya azafatas que ayuden”, apunta la periodista especializada en vejez.

“Una cuestión básica es la memoria procedimental, mediante la cual aprendemos y desarrollamos mecanismos motores y mecánicos. Manejar un cajero requiere una atención dividida y de ayuda para automatizar el procedimiento, no porque sean viejos, sino porque son de una cohorte muy alejada de la tecnología y del dinero digital”, apunta Andrés Urrutia, coordinador del Centro Para el Adulto Mayor (Cepram).

Todos coinciden en que, en una década, este problema será mucho menor. “Pero a esta generación hay que ayudarla”, insiste Rodríguez. Ahí aparece “la red”: nietos, hijos, vecinos, el comercio donde compra el abuelo. Todos debemos estar atentos para colaborar con el que necesita ayuda.

POR QUÉ SÍ USARLOS

Menos IVA. Se accede al reintegro de 5 puntos de IVA siempre que se hagan compras de hasta mil pesos en comercios no monotributistas. Los que cobran la mínima, además, tienen descuento adicional de 15 puntos del IVA.

Es menos riesgoso. No es necesario retirar todo de una vez. Se baja así el riesgo robo.

POR QUÉ NO USARLOS

Razones por las que muchos no quieren utilizar cajero o tarjeta.

Sistemas poco amigables. Hay jubilados, en especial los muy mayores, que no alcanzan a ver la letra o que les parece que las operaciones son poco amigables. El sistema debiera ser más simple y con menos opciones.

Redacción / La Voz